Ceguera

Existencialismo, Historias de amor, Historias de miedo, Existencia, Meditación, Historia de historias,
Tibasosa, Boyacá, Colombia.


Las horas, densas como plomo, se deslizan inexorables. El aroma a humedad, insoportable, se adueña del ambiente. Una gota, liberada del techo mohoso, traza su camino entre las grietas del pasillo. Al fondo, la voz de una mujer murmura palabras incomprensibles. Sus brazos, apenas visibles, sostienen a un hombre ciego que carga con el peso de una vida.

Tras la pared, la lluvia deshace un mundo construido de arena. Al acercarse al final, el ciego abraza una maleta en ruinas donde guarda expresiones olvidadas: sonrisas reservadas para días mejores, abrazos devueltos al vacío, indiferencia y hastío, palabras atrincheradas en labios mustios y miradas fatigadas de posarse sobre un fondo blanco.

Los susurros adquieren forma, y el ciego se estremece. La voz le llega clara, desde un espacio de luz que sus cuencas vacías no pueden percibir. La narración toma forma de historia, resumiendo la vida del ciego en una frase potente: ¡despierta! ¡despierta! ¡no te duermas con los ojos abiertos!

¡Libertad... para pensar!

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