Ana Mercedes Vivas (1960)
Ana Mercedes Vivas, escritora colombiana
Ana Mercedes Vivas: Heredera de Poesía y Compromiso Transformador
Ana Mercedes Vivas, nacida en Cali, emerge como la luminosa continuación de una estirpe literaria fundamental en la Colombia que palpita con amor. Hija de dos poetas destacados, Maruja Vieira y José María Vivas Balcázar, Ana Mercedes lleva consigo la esencia misma de la poesía, impregnada de belleza y compromiso.
Su obra, encapsulada en "Entre la espada y la pared" (Apidama / Ediciones Poetas del Nuevo Milenio, 2009), va más allá de ser un simple conjunto de inspiraciones. Este libro se erige como un compendio de sabiduría y elecciones, una amalgama de certezas y potencialidades fundadoras. Con el Maestro Pedro Villalba aportando un hermoso grabado en la portada y el lúcido prólogo del Maestro Alfredo Ocampo Zamorano, Ana Mercedes consolida y proyecta al mundo una palabra extraordinaria que se convierte en testigo de la actualidad de su país.
Ana Mercedes Vivas, no solo escritora y periodista, sino también poeta y gestora cultural, ha sido reconocida con el Premio Nacional Carlos Castro Saavedra en 1992 y el Premio Extraordinario de Poesía Hiperbreve del Concurso Internacional de Microficción en España en 2007. Con su sexto libro de poemas, expande un universo armónico donde los hilos de sensibilidad y maestría se entrelazan, construyendo una obra excepcional tanto en el ámbito humano como poético.
En "Entre la espada y la pared", Ana Mercedes Vivas teje un tapiz poético donde conviven sentimientos profundos y esenciales de la emoción humana: la familia, el amor de pareja, la amistad. Cada palabra destila coherencia y solidez, augurando afirmaciones y descubrimientos en cada verso.
Con este libro, nos sumergimos en una exquisita marea de mariposas y horizontes. La obra de Ana Mercedes Vivas pervivirá "por encima de las cosas, como en vuelo", dejando una huella indeleble en el corazón de quienes se aventuren en su universo poético.
Algunos poemas
El TAPIZ DE PENÉLOPE
Esta vez
no voy a esperarte
como entonces.
No voy a tejer
ni a destejer
el asombro posible
de encontrarte.
Mi vocación de Penélope
se agotó
en tus silencios.
Ni ovejas quedan
para cardar los hilos
que tejan
tu reiterado miedo
de volver a casa.
Nadie se ha preguntado
cuál era el dibujo
que trenzaba
Penélope
en su tela.
¿Tal vez el rostro
de otro hombre,
diferente de Ulises?
ECLIPSE
Si la luna se sobrepone al sol,
Y las sombras cubren la tierra
y hace frío y hay oscuridad
puedo decir que llevo 7 días
de eclipse en la cabecera
de tu almohada.
Veo cuánto deseas irte
porque tu corazón
no quiere continuar
y a la vez
cómo quisieras permanecer
sonriendo
porque llego y te cuento historias
cuando me preguntas
“Hija hoy qué pasa en el mundo.”
A diferencia de los astrónomos
-cuando aparecen tus sombras-
no puedo predecir si la luz volverá
sobre nuestro mundo;
tampoco saber
por cuánto tiempo.
Sólo sigo girando
entendiendo mi propio ritmo
en un nuevo sistema planetario
cuya estrella solar
se extingue lentamente.
El regreso
Habrá que levantar los muros
quemar la maleza de la huerta
y volver a trazar las huellas del camino.
Pasarán muchas lunas
antes de ver crecer los frutos.
¿Me estarás esperando
cada tarde
a la sombra del árbol,
como siempre?
Traeré flores
lo prometo.
Bibliografía
Verso a verso (1986)
Las trampas del amor (1991)
Cartas de la nostalgia, premio «Carlos Castro Saavedra» 1992
La noche del girasol (1996)
¡Libertad... para pensar!
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por comentar, tus palabras me permitirán vislumbrar otras opciones de interpretación y comprensión de este universo.