Imagen de Colin Behrens en Pixaba y Al referirse a la identidad personal David Hume distingue dos tipos diferentes, a saber: la identidad que surge por medio de la imaginación, gnoseológica, y la identidad producto de la moral y de las pasiones. Su primera reflexión sobre este tópico se basa en el conocimiento y las percepciones[1]; a través de su análisis pretende demostrar la imposibilidad del yo, entendido como una substancia a la cual inhieren las distintas impresiones, y que siempre es similar a sí misma. Risieri Frondizi (1952) y Romeo Rábade (1973) coinciden en afirmar que Hume no niega todo tipo de yo, pues ello radicalizaría su fenomenismo, heredado de Locke; por el contrario, sus planteamientos se oponen al racionalismo lockeano, que en Descartes adquiere la forma de algo simple e inmutable, de lo cual se tiene un conocimiento verdadero, gracias a la intuición. En Hume, el problema de la identidad personal debe abordarse a partir de la negación de la
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por comentar, tus palabras me permitirán vislumbrar otras opciones de interpretación y comprensión de este universo.