Mery Flores Saavedra (1935)
En el tejido cultural de Bolivia, destaca la figura polifacética de Mery Flores Saavedra, una talentosa cantante, poetisa, periodista y ensayista que dejó una profunda huella en el ámbito literario boliviano. Nacida en La Paz en 1935, su vida estuvo marcada por una dedicación apasionada a las letras y un compromiso innegable con la justicia social.
Abogada de formación, prestó servicios como asesora jurídica del Ministerio de Trabajo y en la Prefectura del Departamento de La Paz. Sin embargo, su verdadera pasión residía en el periodismo, donde dejó una marca imborrable en medios como El Diario, Hoy y Presencia, así como en la televisión mexicana como corresponsal de noticieros.
Mery Flores Saavedra dejó un libro inédito titulado "Antipoemas", el cual aguarda su publicación para compartir con el mundo nuevas reflexiones y experiencias convertidas en poesía. Su dedicación incansable a las letras y su compromiso con la verdad y la belleza la convierten en una figura inolvidable en la historia literaria de Bolivia.
y no saber a dónde vamos
ni de dónde venimos...!
RUBEN DARIO
Cual moscas ciegas, presas en la malla
hilada por el tiempo, en un angustioso
no saber infinito y doloroso
que paraliza el alma, voz que calla.
Pese al pánico, grito que no estalla,
nos aferramos ciegos, al terroso
gris de la telaraña en tembloroso
ademán, prisioneros sin muralla.
Las alas enredadas en los hilos
invisibles y fuertes que la vida
ha tejido, callada, entre dos filos.
Anhelamos el vuelo para la huída
nostálgicos de aquel cielo tranquilo
y lejano de luz desconocida.
El
a mi padre:
Marcaba su sendero una pisada
desprendida de sí, hombre ajeno
a su propia ansiedad y tan sereno
como su alma, del ego despoblada.
El era para todos la morada.
Era un lago profundo, sin el cieno
que guarda siempre el agua entre su seno
donde la luz brillaba demorada.
Era el aire que daba el aire a mi aire.
El era un corazón, era la vida,
mi alma sola en sus manos al socaire.
Y es hoy la golondrina en despedida,
la hondura de mis ojos, aire de mi aire,
mi sonrisa por siempre ya perdida.
Los silencios de Dios
DONDE encontrar salida en este encierro...?
En quién hallar respuesta a mi pregunta...?
Si un índice invisible nos apunta
a un espejismo azul que es nuestro yerro...?
Quisiera hablar con Dios y a El me aferro,
pero Dios calla siempre y a mi alma junta
los silencios de Dios y hoy que despunta
el alba de mi muerte en el destierro,
con silencios de Dios cubro la herida
y busco por un túnel la inasible
libertad y no encuentro una salida,
y aquí me veo sola en invisible
cárcel de soledad, con la perdida
fe en todos y esta angustia intransferible.
Libertad... para pensar!
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