Clara Mercedes Arango (1961)

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Clara Mercedes Arango, escritora colombiana

Biografía

Nacida en Cúcuta, Norte de Santander, Colombia, en 1961, y residente en Bogotá, es licenciada en Lenguas Modernas con énfasis en español y francés por la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, donde también obtuvo una maestría en Estudios Hispánicos. Además, cuenta con un diplomado en Periodismo Literario de la Universidad Externado de Colombia.

Desde 2009, ocupa la coordinación general de la Decanatura Cultural de la Universidad Externado de Colombia y ha estado al frente de la Colección poética "Un libro por centavos" desde sus inicios en 2003. En este rol, ha realizado la selección y edición de antologías de reconocidos poetas como César Vallejo, José Asunción Silva, Rafael Pombo y Antonio Machado, entre otros, con una publicación mensual de 9,000 ejemplares por título.

Ha publicado los libros "En la memoria me confundo" (2013) y "El hombre que sembraba árboles" (2014), este último una traducción del francés. Sus escritos han aparecido en diversas revistas y magazines literarios, tanto nacionales como extranjeros, y han sido traducidos a varios idiomas. En marzo de 2016, fue invitada por la Universidad de Mons en Bélgica para dictar la conferencia "Colombia en poemas, Viaje a Colombia a través de la poesía" durante las Jornadas Didácticas sobre Lengua y Literatura Española y Colombiana, además de impartir talleres de escritura creativa.

Ha sido docente en la Facultad de Comunicación Social-Periodismo de la Universidad Externado de Colombia, donde enseña lenguaje escrito y realiza talleres de escritura creativa para estudiantes de diversas facultades.  Su labor en la coordinación de concursos de cuento corto y poesía del Externado y su compromiso con la difusión de la poesía reflejan su dedicación a la promoción de la literatura en Colombia.

Poemas

A dónde van

¿a dónde van los desleales
con el horizonte a sus espaldas
si no saben distinguir
entre la alborada o la penumbra?
¿A dónde van los que piensan en sí mismos
si pierden todo
en el desvarío y el egoísmo?
¿A dónde van los traidores
cuando en el delirio o el goce
yerguen su alma,
no para ascender
sino para caer?

Paris

La vacilante luz del alba palidece
y miles de habitantes
se levantan con una lluvia de olores:
petit pain au chocolat,
aroma de café au lait,
fragancias de jardines mojados
y una niebla que abruma.
Son las siete,
París semeja a un alerón.
Le Louvre, Notre Dame,
le bateau mouche,
desfilan ante mí.
Quiero ser París
en la primera mañana del mundo
para desconocer el hastío.
Pero, París no siente la amargura,
les clochards disent merci
de manera diferente,
les bouquinistes regalan libros,
las parejas flotan en el cielo,
y la Tour Eiffel
se mete en un bolsillo.
París es un pedazo de sueño en mi cabeza,
una última fotografía en tu memoria,
son testigos
la soledad, la lluvia, los caminos,
como dijo Vallejo.

Complicidad en los espejos

Solo estamos los dos
el olvido y el espejo
en un pacto,
una alianza,
donde la piel recuerda.
Y el espejo
es la memoria
del deseo insatisfecho.

Anoche

anoche por ejemplo
afuera en el balcón
honré
con mi cuerpo
tu deseo.


El viento

El viento
trae al fantasma
que usa su perfume.
Lo escucho
cuando me habla,
sin palabras
me acaricia
sin rozarme
y sin labios
me besa.
¡Libertad... para pensar!

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