Lo que aprendí a los 40
Jardín Museo del Oro, Colombia. Al término de este año recibiré mi cuarto título universitario, resta uno para cerrar el ciclo. Quizás concluya con lo hecho hasta hoy porque, parafraseando a mi familia, no hago nada con tanto estudio. El conocimiento adquirido no cumple una función práctica en mi vida (según ellos). La única forma de justificar los desvelos inútiles es ganar una plaza docente que mejore mis ingresos y mi estatus social. Mis triunfos educativos apenas si aportan a la utilería de nuestra casa. A nadie se le ha ocurrido pensar que estudio por el placer de leer, de entender y discutir una idea, una propuesta, una visión del mundo. No creo que todo aprendizaje deba ser retribuido con reconocimiento al esfuerzo o al mérito, o proporcionar lugares de privilegio negados a otros. Estas prácticas valoran el resultado final, la apropiación que realiza el alumno de lo aprendido, y a veces olvidan que aprender es un proceso social que involucra múltiples fa