Marie-Louise Lachapelle (1769 - 1821)

Marie-Louise Lachapelle, escritora francesa

Biografía 

Marie-Louise Lachapelle nació el 1 de enero de 1769 en París, en el seno de una familia donde el conocimiento y la práctica del parto se transmitían de madre a hija como un saber vital, casi sagrado. Su nombre de nacimiento fue Marie-Louise Dugès.  Hija de Marie Jonet, una reconocida comadrona, y de Louis Dugès, funcionario del sistema sanitario, creció entre los relatos de alumbramientos, el manejo de hierbas medicinales, las manos cálidas que daban consuelo y la urgencia de la vida que llega.  Era nieta, además, de una partera jurada del hospital de Châtelet, lo que significaba que su linaje estaba profundamente ligado a los orígenes institucionales del oficio.

Desde muy niña, Marie-Louise se sintió atraída por el mundo que rodeaba a su madre.  A los once años y medio ya asistía partos difíciles; a los quince, dominaba por completo los conocimientos y habilidades de la partería, enfrentándose sola a situaciones que habrían hecho temblar a cualquier aprendiz.  Fue en esos primeros años cuando se forjó la templanza que la caracterizaría durante toda su carrera.

Su madre, Marie Jonet-Dugès, fue nombrada en 1775 comadrona jefa del Hôtel-Dieu, el hospital más antiguo y prestigioso de París.  El Hôtel-Dieu era, en ese entonces, el único lugar de asistencia médica para mujeres embarazadas sin recursos.  Sin embargo, las condiciones eran deplorables: habitaciones hacinadas, camas compartidas y altos índices de infección. Allí, rodeada de mujeres vulnerables, Lachapelle aprendió que la práctica del cuidado no se limitaba al acto técnico de asistir un parto, sino que también exigía resistencia, empatía y claridad ética frente al dolor.

En 1792 se casó con el cirujano Charles Bon Côme Langlet, conocido como Lachapelle, de quien adoptó el apellido que la acompañaría para siempre.  Ese mismo año tuvo a su hija, lo que la llevó a retirarse temporalmente de su oficio.  Pero el destino no le dio tregua: la muerte de su esposo en 1795 la obligó a retomar su trabajo, y lo hizo con renovada pasión y determinación.  En 1796, tras una reforma impulsada por el gobierno napoleónico, el área de maternidad del Hôtel-Dieu fue trasladada al antiguo convento de Port-Royal, que se transformó en el nuevo Hospicio de la Maternidad.  Allí, Marie-Louise asumiría un papel decisivo en la renovación de la obstetricia.

Como directora del nuevo servicio de obstetricia, Lachapelle no solo atendió partos, sino que también formó generaciones de comadronas, escribió textos fundamentales y contribuyó a profesionalizar el oficio que había heredado.  Su legado intelectual más importante fue la publicación de su monumental tratado en tres tomos Pratique des accouchements (Práctica de partos), en el que recogía su experiencia clínica y defendía, con firmeza, la naturalidad del parto frente a las prácticas invasivas entonces en auge.  En una época dominada por la medicina masculina y el afán quirúrgico, Lachapelle reivindicó el saber de las mujeres sobre el cuerpo femenino y propuso una obstetricia más respetuosa, cuidadosa y cercana a la fisiología natural del parto.

Sus escritos se convirtieron en textos de referencia para médicos y parteras de toda Europa durante más de un siglo. En ellos no solo condensó técnicas, estadísticas y casos clínicos, sino que también dejó constancia de una mirada humanista que entendía el nacimiento como un acto de dignidad y cuidado.

Marie-Louise Lachapelle murió en 1821, pero su nombre quedó inscrito en la historia de la medicina como una de las figuras clave en el desarrollo de la obstetricia moderna. Su vida representa una línea de transmisión matrilineal del conocimiento, una historia de resistencia en un mundo médico cada vez más masculinizado, y una ética del acompañamiento que aún hoy inspira a quienes defienden el parto como un acontecimiento natural, profundamente humano y político.

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