¿Qué es la violencia estructural?


Artículos, Definición de violencia estructural, Tipos de desigualdades sociales, Horizonte Femenino, Causas de las desigualdades sociales, Que es la desigualdad económica


La violencia estructural se define como las desigualdades derivadas de la disparidad en la distribución de ingresos y oportunidades entre los miembros de una comunidad o nación. Estas desigualdades se manifiestan según la clase social, el grupo étnico-racial, el género, la afiliación religiosa, la orientación sexual o la edad. 

La violencia estructural se reconoce por la variada capacidad de ejercer poder, reclamar derechos y acceder a recursos y servicios, lo cual está vinculado a factores como las relaciones económicas y a la legalización por elementos políticos como la discriminación institucional, legislación excluyente, políticas fiscales y enfoques del gasto público.

La pobreza, como manifestación visible de la violencia estructural, se conceptualiza como la privación de necesidades básicas. Este fenómeno posee un carácter relativo y relacional, siendo afectado por políticas gubernamentales, intereses de grupos económicos nacionales y extranjeros, el capital social acumulado por la familia, así como las diferencias en la asignación de ingresos, especialmente hacia mujeres y niños. 

Aunque la distribución de ingresos es un tema de constante debate, las políticas de choque destinadas a combatir la pobreza a menudo no logran el efecto deseado, resultando en un aumento de personas viviendo por debajo del índice de pobreza.

Artículos, Definición de violencia estructural, Desarrollo económico, Desigualdades sociales, Horizonte Femenino, Injusticias, Justicia distributiva, Procesos sociales, Violencia estructural,

En América Latina, la persistente desigualdad es producto de un complejo proceso histórico heredado de prácticas coloniales y republicanas. Las desigualdades afectan de manera desproporcionada a mujeres, afrodescendientes e indígenas, debido a la calidad inferior de la educación, la ubicación en territorios marginados y la falta de acceso a servicios básicos. 

Estas desigualdades pueden manifestarse de manera visible, a través de la discriminación y el abuso, así como de manera invisible, mediante la segregación, exclusión y marginación basadas en interacciones, hábitos y creencias.

En el caso específico de Colombia, los altos índices de pobreza y marginación se ven exacerbados por un sistema económico que favorece intereses privados sobre el bien común. Las reformas estructurales y la focalización del gasto público en áreas específicas priorizan aspectos que benefician a sectores privilegiados, dejando a un 43% de la población en condiciones deprimidas. La corrupción, el clientelismo, la baja presencia estatal en zonas de conflicto y las violencias generalizadas contribuyen a la persistencia de estas desigualdades.

La situación en Colombia revela un panorama donde el sistema económico y las políticas gubernamentales perpetúan la violencia estructural. A pesar de las reformas estructurales destinadas a mejorar la distribución de ingresos y la focalización del gasto público en áreas críticas, persisten problemas fundamentales que alimentan la desigualdad. 

La corrupción y el clientelismo debilitan los esfuerzos por abordar las disparidades económicas, desviando recursos y oportunidades hacia intereses particulares en detrimento del bienestar general.

Además, la baja presencia estatal en zonas de conflicto agrega una capa adicional de complejidad a la situación. Las comunidades marginadas y afectadas por la violencia generalizada enfrentan una falta de recursos y servicios básicos, perpetuando un ciclo de pobreza y marginación. 

La violencia estructural se manifiesta claramente en la distribución desigual de oportunidades y en la concentración de recursos en manos de unos pocos, mientras que amplias franjas de la población luchan por satisfacer sus necesidades más básicas.

Artículos, Definición de violencia estructural, Desarrollo económico, Desigualdades sociales, Horizonte Femenino, Injusticias, Justicia distributiva, Procesos sociales, Violencia estructural,

El papel del Estado es crucial en la lucha contra la violencia estructural. Las políticas fiscales y enfoques del gasto público deben diseñarse con un enfoque inclusivo que atienda las necesidades de las comunidades marginadas. La promoción de la igualdad de oportunidades, la educación de calidad y el acceso equitativo a servicios esenciales son pasos esenciales para contrarrestar las desigualdades arraigadas.

En última instancia, la superación de la violencia estructural requiere un compromiso profundo con la justicia distributiva y un replanteamiento de las estructuras económicas y políticas que perpetúan la exclusión. 

La construcción de una sociedad más equitativa implica no solo abordar las desigualdades visibles, sino también desmantelar las estructuras invisibles que perpetúan la segregación, la exclusión y la marginación. Este proceso demanda un esfuerzo coordinado a nivel gubernamental, social y económico para forjar un camino hacia un futuro más justo e inclusivo.

_________________
Comisión económica para América Latina  el Caribe (CEPAL) (2010): América Latina frente al espejo: dimensiones objetivas y subjetivas de la inequidad social. [en línea]. [Consulta: 21 de enero de 2013]
 Disponible en:http://www.eclac.org/publicaciones/xml/5/48455/PanoramaSocial2012DocI-Rev.pdf


Libertad... para pensar

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Historia del barrio Mojica (Cali-Colombia)

Debate Physis vs Nómos

Adela Zamudio (1854-1928)