Superposiciones
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Innsbruck - Ed Fairburn |
Algunas tardes pienso en ello, mientras se extingue la luz nace el temor de sembrar mi propia muerte. El ambiente es propicio, fecundo miedos que iré pariendo en horas postreras. De un borronazo el cielo se torna triste. La noche baja en silencio, su irrupción me recuerda el efecto que produce la flama al consumir el papel. La luna es un ojo de buey. Brotan pequeñas iridiscencias, destellos que anticipan la mañana. Bajo este cielo quebrado se esconde el día, la ruta que delineamos las horas previas. Trabajo de Sísifo que sólo agota la muerte. Antes de ser ocaso pinto sus líneas, espero que en las orillas queden vestigios, pero la suerte me esquiva, pierdo fragmentos de vida en el incendio nocturno. Fuego que todo lo purifica y me deja a oscuras. Son los miedos, las pesadillas de una ciega, el camino que recorren mis palabras. No se debe acorralar al destino, es preciso inclinarse sobre lo ya vivido. Las noches que sobreviene el caos quedo expectante frente al papel en blanco, como quien topa al final del sendero con un abismo.
¡Libertad... para pensar!
Imagino que en ese papel también se queman el recuerdo y la cordura. Parecen noches nefastas, que arrasan incluso más que la muerte. Buena idea entonces eso de guardar un blog :) Felicidades
ResponderBorrarHola, Javi. Esas noches son más comunes de lo que quisiera; pero para mí no resultan nefastas en términos negativos. La deconstrucción necesariamente exige levantar algo nuevo y distinto. Noches así son importante para sostenernos nuestra vida y nuestro empeño.
BorrarA veces necesitamos hacercarnos a la muerte para sentirnos vivo, aunque el camino parezca un abismo hay que mirar más lejos!! ¡¡Abrazo!!
ResponderBorrarHola, Leonardo. El abismo es sólo un reto. Pero la decisión de continuar o volver atrás siempre es nuestra. Gracias por comentar. Un abrazo
Borrarcreo que todos hemos vividos alguna de esas noches llenas de incendios y llamas, y siempre me sorprende como al alba, los fuegos se van apagando. Quizá sea el renacimiento del día esa bola solar que nos ayuda a renacer. Maravillosas reflexiones
ResponderBorrarEse es el juego, la noche señala nuestra muerte y la claridad, el sol, nuestro renacimiento. Lo importante para no perder, será impedir que la noche se extienda más allá de sus límites naturales.
BorrarTe he nominado a los premios Liebster! Suerte! Pásate: http://eloasisdeloslibros.blogspot.com.es/
ResponderBorrarHola, María. Muchas gracias por tu premio. Pasaré a recogerlo
BorrarUna de esas noches... Más oscuro es, si cabe, el papel en blanco. Está lleno de posibilidades, respira aunque su aliento no sea respirable. Para mí, la luz blanquecina del amanecer es la que me aturde. La noche, por el contrario, me sosiega.
ResponderBorrarEl papel en blanco al caer la tarde me produce un terror que me cuesta poner en palabras. La madrugada, en cambio, representa la meta tras 12 o más horas de delirio. Gracias por pasarte Enrique. Abrazos
BorrarHola María Eugenia Marínez. Habia dejado hace tiempo un comentario, pero no ha salido...Las gracias de Blogger que funciona cada vez peor...y ya no tengo la cabeza para volver a comentar todo lo comentado antes. Pero que sepas que me ha gusto muchísimo tu publicación. Saludos.
ResponderBorrarGracias, Eric. Me basta así, esas palabras son perfectas. Sin duda, las otras habrían enriquecido más esta entrada, pero no fue así. Siempre me encanta que pases a visitarme. Abrazos
BorrarInquietante y para mi doblemente interesante esta reflexión que haces..Se entrelee respeto e incluso algo de miedo a ese fin a plazos y escalonado..Si te digo la verdad nunca lo vi así y por eso es una nueva perspectiva de constante y continuo renacimiento a partir de los más valiosos sedimentos..Para mi la noche siempre es liberación y descanso, vuelo del alma (la única que sabe volar y es realmente inconsciente y libre..) Me ha gustado mucho este cuadro que me enseñas..!!Gracias María Eugenia. Besos
ResponderBorrarRico leerte, Alfmega. Conozco tu admiración por la noche, sus criaturas, sus misterios, sus posibilidades y aprecio que identifiques en este delirio la admiración y el temor que me produce. Gracias por la visita, querida. Besos
BorrarElevada y profunda tu obra literaria, nos invita a recorrer la caverna poblada de luces y sombras, como diría el poeta August en la montaña, la nada hiere, lastima... en la obra de Heidegger. Siempre es lindo estar en tu infinito Horizonte Femenino, un abrazo!
BorrarGabriela, siempre apareces cual luz e un camino que suele tornarse oscuro. Gracias por tus palabras. Otro fuerte abrazo para ti.
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