El mundo conocido
Nací mujer,
en las postrimerías del siglo XX.
Desconozco quien soy,
aún me busco
en las postrimerías del siglo XX.
Desconozco quien soy,
aún me busco
entre los cientos de páginas
y discursos que me definen.
Mi naturaleza es un compendio retórico y
y discursos que me definen.
Mi naturaleza es un compendio retórico y
mi cuerpo un botín de guerra
que moviliza a los ejércitos
bajo las órdenes del falo,
la bandera y la sotana.
Me llaman negra,
mi piel es una frontera,
un adjetivo, una anteojera;
una prisión que codifica la vida
y me impulsa a ser liberal
bajo las órdenes del falo,
la bandera y la sotana.
Me llaman negra,
mi piel es una frontera,
un adjetivo, una anteojera;
una prisión que codifica la vida
y me impulsa a ser liberal
en su estrecho margen.
Habito al oeste del mundo
Habito al oeste del mundo
en los dominios de un dios corrupto,
fiel servidor de la barbarie;
orador de consignas excluyentes
orador de consignas excluyentes
y valores prescriptos
por la gravedad de los dogmas.
Mi vientre es una máquina ideológica,
de él nacerán hijos proscritos.
Instrumentos de guerra,
bendecidos para el odio y la muerte.
Chivos expiatorios de la dignidad humana.
Nací mujer,
en las postrimerías del siglo XX.
Me denominan pobre,
de él nacerán hijos proscritos.
Instrumentos de guerra,
bendecidos para el odio y la muerte.
Chivos expiatorios de la dignidad humana.
Nací mujer,
en las postrimerías del siglo XX.
Me denominan pobre,
puta, madre y trabajadora.
Soy lo otro, una abstracción.
Todo nace de mí,
Soy lo otro, una abstracción.
Todo nace de mí,
y no tengo principio.
Viajo en pos de un mundo sin herederos.
No hay futuro posible para lo que nos niega.
El mundo conocido está cerrado,
es pequeño y cabe en la palma de mi mano.
Gira en la oscuridad de este universo dispar.
El otro, el gran mundo que me contiene
vive un cataclismo cíclico.
Amenaza con devorarse a sí mismo.
Viajo en pos de un mundo sin herederos.
No hay futuro posible para lo que nos niega.
El mundo conocido está cerrado,
es pequeño y cabe en la palma de mi mano.
Gira en la oscuridad de este universo dispar.
El otro, el gran mundo que me contiene
vive un cataclismo cíclico.
Amenaza con devorarse a sí mismo.
¿Quiénes recibirán nuestra antorcha extinta,
de fría ceniza?
¿Hay alguien ahí?
¿Hay alguien ahí?
¡Libertad... para pensar!