Soledad
Vuelvo de los caminos recorridos juntos.
Recogí los pasos que al marchar dejaste.
Tu presencia,
fuego perenne que al evocar me quema,
se refugia indemne en mi silencio.
Yo sigo aquí,
habito el hogar del recuerdo.
Una tarde cualquiera
a la puerta llamará el olvido
y cruzará el umbral de la memoria.
Serás bienvenida soledad.
¡Libertad... para pensar!