A contratiempo

Poemas, Poemas cortos, La existencia humana, Tiempo, Mujer poesía,
Imagen de Gerhard Bögner en Pixabay



No hay afán.
No llegas primero si te lanzas 
sin frenos por el precipicio,
si en lugar del camino escoges el aire
o acaso el mar para alcanzar la meta.

Detente.
Haz vibrar la música en las horas,
toca el diapasón de los segundos
y vuelve el ritmo sangre.

Siente si estás vivo y haz que valga.

Escucha.
La música se cuela en las palabras,
arrastra en los acordes muchos nombres,
conecta con tu vientre y te pronuncia.

Eres
la armoniosa estructura del pentagrama.

Comprende.
La música te envuelve,
ovilla tu figura y te sostiene
a salvo de los monstruos que hay afuera.

La música es la cuna 
y talla nuestras almas a su ritmo.

Observa.
Si alzas las manos puedes tocar las notas,
aprecia los colores y sus formas,
déjalas jugar entre tus dedos que son niños,
no los espantes,
aprende a ser los pasos y camino.

Libertad... para pensar!

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Historia del barrio Mojica (Cali-Colombia)

Debate Physis vs Nómos

La identidad personal en David Hume