Clamores
Imagen de Kasun Chamara en Pixabay
Los ojos caen del llanto prisioneros
a la hora que un clamor delinea el rostro,
hecho pulso en el corazón al que duele.
Manos desnudas observan
tras los barrotes del hambre,
y un resplandor cansino
cobija sus muecas tristes.
La noche va tatuada
en los pies del vagabundo,
deviene estertor, es llanto.
Arropado en la garganta un grito
desgarra el silencio entre quejidos.
Quien clama ya no es hombre.
¡Libertad... para pensar!
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por comentar, tus palabras me permitirán vislumbrar otras opciones de interpretación y comprensión de este universo.