Olga Leiva (1981)
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Olga Leiva - Poeta uruguaya |
I
El rayo desciende desde la cama y penetra
el terror y el frío Necesita derramar su
silencio sobre nosotros. Algunos lo
escuchamos y le rogamos que nos siga
contando el cuento que comenzó en
nuestra infancia. El rayo enciende un
fuego Su ejército está escrito en los libros
más hermosos. El rayo entra con su grito
Es una estampida escondida en el centro
de tu pecho. Espejo que hablas Hombre
herido que se ha cansado de dormir Es
mi propia imagen que se sienta a
escribirme y me escribe Para que yo
despierte.
II
Me llama por mi verdadero nombre El
que no se puede escribir El que pertenece
a los cantos de los árboles Nadie se
encuentra allí y yo lo penetro porque
quiero navegar sus abismos sin fin Soy
luz en la noche perpetua y cierro los ojos
para que me guíe mi propio aroma El
sabor de las frutas cuando despiertan.
III
Las madres retornan al vientre de tus
abuelas Son naves galopando más allá del
desierto Los padres han dormido en las
cavernas enredados a sus propias sombras
Los susurros han cesado y una voz
perpetua exclama el porvenir con un
canto lejano y sin palabra.
IV
He venido a recordar los cantos de mis
antepasados. He venido a quemar todos
los libros que he escrito He venido a
borrar la historia que nos contaron
Resulta que nos separaron al nacer Y
somos hermanos ¿Recuerdas? Somos
todos hijos de la misma guerra.
Exploración en la carverna
El poema necesitó romper su propio
cuerpo mientras yo escribía su silencio Y
fue más grande que las palabras que lo
formaron: tuve que quemar mi cuerpo
con la respiración Inhalar el pasado
Exhalar el futuro Tuve que bajar a la calle
y encontrar los ojos del poema El poema
no me quiere Me pide que lo suelte de un
disparo Vete La poesía ha roto su propio
cuerpo y es el aire Es el hombre que ha
mordido la trampa que fabricó para cazar
ciervos y tigres Antes de partir me ha
señalado un camino
_ Volveré, me ha gritado
Y yo lo dejo ir
VI
He despertado con las manos vacías con
los ojos blancos y he salido de esta
caverna Afuera todos hibernan Afuera los
rayos se han detenido en el cielo y ponen
luz sobre esta noche abierta He soñado
algo Que no recuerdo ni quiero recordar
Una calma me ha llamado para preparar
el desayuno para quienes despierten
después de nosotros Hemos soñado algo
Largamente hemos construido una vida
como una pequeña habitación Una
pequeña caverna en el vientre de una
sierra magnífica He salido para
contemplar los rayos detenidos Los rayos
que señalan un lugar para ir Iré
caminando sin detenimiento He visto el
blanco de mis ojos y escuchado el vacío
de mis manos No tengo nada que perder
No tienes nada que perder Iremos
acercando el arco de un mismo sendero
para perderlo luego para olvidarlo
Completamente Porque he soñado algo
Soñé que era un hombre y me realizaba
en el hallazgo del tiempo Pero el tiempo
no es una piedra que recoger El tiempo
no es una caverna que adornar El tiempo
es una superposición de ramificaciones
del corazón mental Busca un latido que
seguir Elige Desnúdate y toma el rayo que
más te haga vibrar Hay una tristeza ahí La
miraré hasta que salga el Próximo Sol
Porque nunca volveré Nunca volveré al
sueño antiguo de las cavernas
prefabricadas Nunca volveré a comer en
la oscuridad A amar a tientas A escribir el
bosque Lo penetraré en esta noche de
rayos detenidos que me muestran el
Castillo Subiré Una calma me ha llamado
para preparar el desayuno de quienes
pronto despertarán aquí.
VII
Me llama por mi verdadero nombre El
que no se puede escribir El que pertenece
a los cantos de los árboles Nadie se
encuentra allí y yo lo penetro porque
quiero navegar sus abismos sin fin Soy
luz en la noche perpetua y cierro los ojos
para que me guíe mi propio aroma El
sabor de las frutas cuando despiertan.
Biografía
Leiva, Olga (2013). Bionírica
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