Emily Dickinson (1830 - 1886)

 Emily Dickinson, poeta norteamericana


Más información sobre la autora

Biografía:

Emily Dickinson, nacida en 1830 en Amherst, es una de las poetisas estadounidenses más influyentes y enigmáticas de la literatura. Su obra, marcada por su sensibilidad única, misterio y profundidad, la sitúa entre las grandes figuras de la poesía en lengua inglesa.

Fue hija de un miembro del Congreso y tesorero del Amherst College. A pesar de recibir una educación calvinista rigurosa en la Academia de Amherst y en el Seminario Femenino de Mount Holyoke, su carácter escéptico la llevó a distanciarse de las convenciones sociales. Desde joven, mostró afinidad por la lectura de autores como Ralph Waldo Emerson, Henry David Thoreau, Nathaniel Hawthorne y Harriet Beecher Stowe.

Decidió aislarse del mundo a temprana edad, manteniendo solo unas pocas amistades, como Samuel Bowles, con quien sostuvo una extensa correspondencia. Su vestimenta exclusiva de blanco, simbolizando ética y transparencia, reflejaba su estilo de vida monástico.

Poesía y Estilo

Dickinson comenzó escribiendo poemas convencionales, pero a partir de la década de 1860, su estilo evolucionó hacia la experimentación, especialmente en términos de lenguaje y prosodia. Su escritura se volvió melódica, precisa y desprovista de palabras superfluas. Su poesía, caracterizada por la extrañeza y la oscuridad, revela una sutil dialéctica entre imágenes, sensaciones y conceptos.

Jorge Luis Borges la describió como "una especialista de la luz". Influenció a poetas posteriores como E. Bishop, A. Rich y W. Stevens debido a su capacidad para crear un lenguaje metafísico y emotivo simultáneamente.

Reconocimiento Póstumo

A pesar de que solo cinco de sus poemas fueron publicados de forma anónima durante su vida, después de su muerte se descubrió su extenso legado poético. Su sobrina, Martha Dickinson Bianchi, publicó su vida y cartas en 1924, contribuyendo a la elevación de Dickinson en la literatura estadounidense.

La obra de Dickinson es vasta y desigual, pero sus mejores poemas revelan una expresión excepcional, condensando pensamientos e impresiones en una evocatividad metafísica única. Su forma nítida y su ritmo personal caracterizan poemas breves, a menudo de ocho o doce versos.

La poesía de Emily Dickinson, con su complejidad intelectual y emocional, continúa resonando en la literatura mundial, consolidando su lugar como una de las voces más distintivas y poderosas del siglo XIX.

Poemas

182

Si no estuviera viva

cuando los Petirrojos vengan,

a ese de Corbata Carmesí

dale una miga en mi Memoria.

Y si no te pudiera dar las gracias

por estar muy dormida,

has de saber que lo estaré intentando

con labios de Granito.


258

Hay una cierta Luz Sesgada,

en las tardes de Invierno —

que oprime, igual que el Peso

de la Música en una Catedral —

Una Herida Celeste nos inflige —

y no encontramos cicatriz,

sino un cambio por dentro,

en el lugar de los Significados —

Nada puede explicárnosla — ni Nadie —

es el Sello de la Desesperanza —

el dolor imperial

que nos viene del Aire —

Cuando llega, el Paisaje presta oído —

y las Sombras — contienen el aliento —

Al irse, se parece a la Distancia

con que mira la Muerte —


341

Después de un gran dolor, la sensación de orden —

Los Nervios toman sus asientos, ceremoniosos como Tumbas —

El Corazón pregunta, agarrotado,

si lo soportó Ayer, o hace ya Siglos —

Los Pies, como de autómata, dan vueltas —

en la Tierra, o el Aire, o el Vacío —

Sendero de Madera

que creció en el descuido,

alivio hecho de Cuarzo, como piedra —

Es la Hora de Plomo —

recordada tan sólo si se la sobrevive,

como los Congelados rememoran la Nieve —

el Frío — el Estupor — y luego el abandono —


IV

Fue muy tarde para el Hombre

pero temprano todavía para Dios

La Creación, impotente para ayudar

pero la plegaria quedaba de nuestro lado

Qué excelente el Cielo

cuando la Tierra no se puede tener

Que hospitalario, entonces, el rostro

de nuestro viejo vecino, Dios.

(c. 1862)


V

El dolor expande el tiempo

dentro se agazapan siglos

la menuda circunferencia

de un único cerebro

El dolor contrae el tiempo

ocupadas con el golpe

eternidades enteras

son como no eran

(c. 1864)


VI

Cuán dulces, querúbicas criaturas

son estas nobles damas

antes de atacar a las pelusas

o de violar a una estrella.

Esas algodonosas convicciones

un horror tan refinado

de la naturaleza humana maculada

de la deidad avergonzada.

Es una gloria tan común

un título de pescador

la redención, frágil señora,

estar tan avergonzada de Ti.

(c. 1862)


Bibliografía

Bibliografía de la autora

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