Julia de Burgos (1914-1953)

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Julia de Burgos, escritora puertorriqueña


Julia de Burgos (1914-1953) fue una poeta, educadora y activista puertorriqueña, conocida por su poesía apasionada que abordaba temas como la identidad, la liberación femenina y la justicia social. Su vida breve, pero intensa, la convirtió en una figura emblemática de la poesía del siglo XX en América Latina.

Vida y Trayectoria:

Nacida en Carolina, Puerto Rico, Julia de Burgos destacó desde temprana edad por su habilidad poética y su intelecto. Se trasladó a Nueva York en la década de 1940, donde se involucró en el activismo y la defensa de los derechos civiles. Su vida personal estuvo marcada por la lucha por la identidad, la independencia y el feminismo.

Obras Destacadas:

Poema en veinte surcos (1938): Este es su primer poemario, que revela su mirada crítica hacia la sociedad y su exploración de la identidad puertorriqueña. La obra destaca su maestría poética y su compromiso con la justicia social.

Canción de la verdad sencilla (1939): Este poemario refleja la evolución de la poesía de Julia de Burgos y su creciente compromiso con la igualdad y la justicia. La autora explora la relación entre el individuo y la sociedad, destacando su visión de un mundo más justo.

Poema en veinte surcos (1938): Este libro cobra vida con la fusión de lo lírico y lo político, mostrando la evolución poética de Burgos. La obra aborda cuestiones de identidad, opresión y lucha por la libertad, marcando su posición como una voz rebelde.

Estilo Literario:

La poesía de Julia de Burgos se caracteriza por su lirismo, su profundidad emocional y su compromiso con las cuestiones sociales y políticas. Su habilidad para fusionar la belleza poética con un fuerte mensaje de resistencia la ha consolidado como una figura influyente en la literatura hispanoamericana.

Impacto Duradero:

El impacto de Julia de Burgos trasciende la poesía. Su vida y obra han inspirado a generaciones de escritores y activistas, especialmente en la exploración de la identidad, el feminismo y la lucha por la justicia social en la literatura hispanoamericana.

Bibliografía de Julia de Burgos:
  1. Burgos, Julia de. Poema en veinte surcos. 1938.
  2. Burgos, Julia de. Canción de la verdad sencilla. 1939.
  3. Burgos, Julia de. Poema en veinte surcos. 1938.
Estudios sobre Julia de Burgos:
  1. Colón, Efraín Barradas. La voz a ti debida: poesía y prosa de Julia de Burgos. Universidad de Puerto Rico, 1979.
  2. Jiménez, Carmen Dolores. From the House of the Dead: A Puerto Rican Childhood. University of Wisconsin Press, 1997.
  3. Pérez, Lorraine López. The Dangerous Degrees: Militant Writing, Feminism, and the Radical Intellectuals. Women and Performance: A Journal of Feminist Theory, 2002.

Canción amarga

Nada turba mi ser, pero estoy triste.

Algo lento de sombra me golpea,

aunque casi detrás de esta agonía,

he tenido en mi mano las estrellas.


Debe ser la caricia de lo inútil,

la tristeza sin fin de ser poeta,

de cantar y cantar, sin que se rompa

la tragedia sin par de la existencia.


Ser y no querer ser… esa es la divisa,

la batalla que agota toda espera,

encontrarse, ya el alma moribunda,

que en el mísero cuerpo aún quedan fuerzas.


¡Perdóname, oh amor, si no te nombro!

Fuera de tu canción soy ala seca.

La muerte y yo dormimos juntamente…

Cantarte a ti, tan sólo, me despierta.


El mar y tú

La carrera del mar sobre mi puerta

es sensación azul entre mis dedos,

y tu salto impetuoso por mi espíritu

es no menos azul, me nace eterno.


Todo el color de aurora despertada

el mar y tú lo nadan a mi encuentro,

y en locura de amarme hasta el naufragio

van rompiendo los puertos y los remos.


¡Si tuviera yo un barco de gaviotas,

para sólo un instante detenerlos,

y gritarle mi voz a que se batan

en un sencillo duelo de misterio!


Que uno en el otro encuentren su voz propia,

que entrelacen sus sueños en el viento,

que se ciñan estrellas en los ojos

para que den, unidos, sus destellos.


Que sea un duelo de música en el aire

las magnolias abiertas de sus besos,

que las olas se vistan de pasiones

y la pasión se vista de veleros.


Todo el color de aurora despertada

el mar y tú lo estiren en un sueño

que se lleve mi barco de gaviotas

y me deje en el agua de dos cielos.


Amor

Amor…

única llama que me queda de Dios

en el sendero cierto de lo incierto.


Aquí,

desesperada,

me contemplo la vida en un hueco del tiempo.


Entrecortando pasa el sendero de luz

que esperancé de sueño.


¡Oh mañanas azules que se quedaron muertas,

volando en el espacio!


¡Oh anudada caricia que amaneces dispersa,

cuando despierta el cuerpo!


¡Oh querer desterrarme de mis pasos turbados…!

¡Multiplican en ecos!


Aquí, junto al continuo gravitar de la nada,

¡cómo asaltan mi espíritu los silencios más yermos!


Mi esperanza es un viaje flotando entre sí misma…

Es una sombra vaga sin ancla y sin regreso.


Mis espigas no quieren germinar al futuro.

¡Oh el peso del ambiente!

¡Oh el peso del destierro!


¡Amor…!

Hasta la leve ronda de tu voz perturbada,

me partió la ola blanca que quedaba en mi pecho.


Canción de mi pena dormida

Con los ojos cerrados

amplia de voces íntimas

me detengo en el siglo de mi pena dormida.

La contemplo en su sueño...

Duerme su noche triste

despegada del suelo donde arranca mi vida.

Ya no turba la mansa carrera de mi alma

ni me sube hasta el rostro el dolor de pupilas.


Encerrada en su forma,

ya no proyecta el filo sensible de sus dedos

tumbándome alegrías,

en la armonía perfecta de mi canción erguida.

Ya no me parte el tiempo...


Duerme su noche triste

desde que tú te anclaste en la luz de mis rimas.

Recuerdo que las horas se rodaban en blanco

sobre mi pena viva,

cuando corría tu sombra por entre extrañas sombras,

adueñado de risas.


Mi emoción esperaba....

Pero tuve momentos de locura suicida.

Un agitado viento de esperanza

parece que me anuncia tu regreso.

Entre el fuego de luna que me invade

alejando crepúsculos te siento.

Estás aquí. Conmigo.

Por mi sueño.


¡A dormir se van ahora mis lágrimas

por donde tú cruzaste entre mi verso!


Dadme mi número

Qué es lo que esperan? ¿No me llaman?

¿Me han olvidado entre las yerbas,

mis camaradas más sencillos,

todos los muertos de la tierra?


¿Por qué no suenan sus campanas?

Ya para el salto estoy dispuesta.

¿Acaso quieren más cadáveres

de sueños muertos de inocencia?


¿Acaso quieren más escombros

de más goteadas primaveras,

más ojos secos en las nubes,

más rostro herido en las tormentas?


¿Quieren el féretro del viento

agazapado entre mis greñas?

¿Quieren el ansia del arroyo,

muerta en mi muerte de poeta?


¿Quieren el sol desmantelado,

ya consumido en mis arterias?

¿Quieren la sombra de mi sombra,

donde no quede ni una estrella?


Casi no puedo con el mundo

que azota entero mi conciencia?


¡Dádme mi número! No quiero

que hasta el amor se me desprenda?

(Unido sueño que me sigue

como a mis pasos va la huella.)


¡Dádme mi número, porque si no,

me moriré después de muerta!


Casi alba

Casi alba,

como decir arroyo entre la fuente,

como decir estrella,

como decir paloma en cielo de alas.


Esta noche se ha ido casi aurora,

casi ronda de luna entre montañas,

como una sensación de golondrina

al picar su ilusión en una rama.


Amanecer, sin alas para huirse,

regreso de emoción hasta su alma,

palomitas de amor entre mis manos

que al asalto de amor subieron castas.


Noche rasgada al tiempo repetido,

detenida ciudad de esencias altas,

como una claridad rompes mi espíritu,

circundas mi emoción como una jaula.


Amor callado y lejos...

tímida vocecita de una dalia,

así te quiero, íntimo,

sin saberte las puertas al mañana,

casi sonrisa abierta entre las risas,

entre juego de luces, casi alba...


Bibliografía

  1. Poema en veinte surcos. San Juan, Puerto Rico: Impresora Venezuela, 1938, 97 págs.
  2. Canción de la verdad sencilla. San Juan, Puerto Rico: Imp. Baldrich, 1939, 134 págs.
  3. El mar y tú, y otros poemas. San Juan, Puerto Rico: P. R. Printing and Publishing Company, 1954, 111 págs.
  4. Obra poética. Estudio Preliminar de José Emilio González. San Juan, Puerto Rico: Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1961, 332 págs.
  5. Antología Poética. Prólogo de Yvette de Lourdes Jiménez. San Juan, Puerto Rico: Editorial Coquí, 1967, 133 págs.
  6. Yo misma fui mi ruta. Ed. de María M. Solá. Río Piedras, Puerto Rico: 1986, 160 págs.

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