El vientre
Imagen de Gisela Merkuur en Pixabay
Mi boca es vientre de alquiler para la nada, o mejor, el olvido— si prefieres. Hablar es concebir la vida entera. Bla… bla… bla… espasmos; es un parto doloroso. Amamanto palabras, mis certezas. El mundo es habla y mi boca lo sabe. Cuando llega la noche, con su largo silencio, los fonemas regresan a ese vientre ligero. Esperan renacer: verdades o mentiras, alumbrar el afuera.
¡Libertad... para pensar!
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