Medición del dolor
Imagen de Raphael en Pixabay
El dolor y su puerta giratoria,
conduce indiferente a cualquier parte.
El tiempo es la maleza en el camino,
diletantes tropezamos sus motivos,
arrojados al azar como señales.
Pocas veces olvidamos el sendero,
que se adhiere a los pies
igual que un huérfano.
Pero nunca regresamos al comienzo
ni golpeamos las creencias
contra un muro,
una, dos, tres, tanta fe,
hasta que sangra ese yo,
la triste herida.
Avinagra los días más soleados,
y nos duele más allá de lo medible.
¡Libertad...para pensar!
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por comentar, tus palabras me permitirán vislumbrar otras opciones de interpretación y comprensión de este universo.