El vientre del mañana
Imagen de Katherine Gomez en Pixabay
El viento aleja la noche tras su paso,
borra el cielo.
En su orfandad las estrellas y la luna
se estremecen, quedan vacías.
No trae el viento la mañana cuando vuelve,
esta llega a través de la palabra,
si la nombras. El verbo emerge
detrás de la mirada como un sol
que ilumina nuestra voces.
El mundo se reinventa poco a poco,
adquiere forma al roce de unos labios.
Renacemos de sueños olvidados,
en el vientre cansado del mañana.
¡Libertad... para pensar!
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