Hanni Ossott (1946-2002)

Hanni Ossott, Escritoras venezolanas, Mujeres escritoras del siglo XX, Derechos reservados,
Hanni Ossott, escritora venezolana


Biografía

Hanni Ossott fue una destacada poetisa, ensayista y traductora venezolana, nacida el 14 de febrero de 1946 en Caracas y fallecida el 31 de diciembre de 2002 en la misma ciudad. Desde una edad temprana, mostró afinidad por la música, el arte y la lectura, y a los ocho años escribió su primer poema titulado "A la madre".

Realizó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Nuestra Señora de la Consolación en Caracas. A los 21 años ingresó a la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela, donde se graduó en 1975. Durante sus años universitarios, participó activamente en grupos literarios que la vincularon con figuras destacadas como Luisa Palacios, Alejandro Otero, Mercedes Pardo y Miguel Arroyo.

En 1978, asumió el cargo de Jefa del Departamento de Disciplinas Literarias de la Escuela de Letras, y al año siguiente viajó a Grecia para realizar estudios de filosofía en la Universidad de Atenas. Posteriormente, continuó sus estudios en Londres, Inglaterra, influenciada por el historiador Manuel Caballero, con quien contrajo matrimonio.

De regreso en Venezuela en 1982, inició una relación psicoanalítica con el doctor José Luis Vethencourt, la cual influiría en su obra poética. Desde 1983 hasta 1993, ejerció como profesora de tiempo completo en la Escuela de Letras de la UCV, alternando su labor docente con la traducción, la poesía y el ensayo.

A lo largo de su carrera, publicó diecisiete libros, incluyendo ensayos sobre poesía y traducciones de destacados poetas como Rainer María Rilke, D.H. Lawrence y Emily Dickinson. Entre sus obras poéticas más reconocidas se encuentran "Espacios para decir lo mismo" (1974), "Plegarias y penumbras" (1986), "Cielo, tu arco grande" (1989) y "El circo roto" (1996).

Ossott recibió varios premios importantes a lo largo de su carrera, incluyendo el Premio Nacional de Poesía Lazo Martí, el Premio Nacional en la II Bienal de Poesía José Antonio Ramos Sucre (1972) por su libro "Formas en el sueño figuran infinitos", y el Premio CONAC de Poesía (1988).

Después de su fallecimiento, sus cenizas fueron esparcidas en los jardines de la Facultad de Humanidades y Educación de la UCV, donde dejó un importante legado como profesora y escritora. En 2008, la editorial venezolana bid & co publicó sus Obras completas, que incluyen sus ensayos y traducciones.

EL HORNO

El horno es un estuche, un vientre secreto

una madre mecánica que manejo con mis fuegos y mi apetencia


Lo obligo a encender sus paredes

lo gradúo

Le digo: abrasa a tu presa

quema su superficie

ablanda su centro

Le digo: trescientos grados… y su pasión obedece

Amante sólo amante suda fuegos y se deja

invadir por el aroma se deja

regar por los desbordes de aquello que quema.


No es un ángulo

ni se abisma en su centro como una esfera

Es sólo caja de calor

alma no circular cuyos ritmos determino.


El horno es una hechura

un preludio

una red, una trampa

el centro de la casa y de la farsa


Por él la saciedad, el olvido, el sueño, la embriaguez

Ronca el horno y no lo sabe

apaga vigilias y luces

quema la presa     aniquila al comensal


Se fuga el animal, se hunde un diálogo en la noche

se entibian las razones

el horno se enfría

quedan manchas, huellas de la cena


Los hombres recogen sus abrigos y un cuaderno ahí, una cosa…


Cae

melancólico el sopor.


Es el trabajo del horno impuesto a la fiesta

el rigor del horno

exacto    regular

implacable adormidera

mecánica calidez

vientre de la casa

secreto de abuela de hierro y de rejillas.


La reja es otra cosa

y otra el dibujo de la reja

otra y más honda, secreta, es mi división


Y ese invitado, ¡fuera!

si no fuese por mis rejas,

la casa

el otro horno que aquí quema!

(De plegarias y penumbra, 1986)


EL CIRCO ROTO

A todos

«Toda la vida es un drama»

Rafael Cadenas  (En una conversación.)


He muerto

he trascendido la muerte

he trascendido la vida

más allá de mí no queda nada

sólo rastrojos

penas.


La fiesta se ha apagado

las luces del teatro ya no existen

estoy en la nada

del Circo no queda sino un traje raído

cansado

descolorido.

(El circo roto, 1987)


_______________

La verja, la espera, la cayena

los pistilos, el pétalo surcado.

La gran soledad en mira de todo lo que va
hombres, figuras, seres

vistos desde la altitud de un balcón

como un martes que pasa a un lunes

todo lento

casi sin pasión.


________________


                desde sus pequeñas torres
como descienden astros emplumados sobre las cabezas
gira en su normalidad gira hasta reventarse en sus propias leyendas
el sol
                   los soles figurados

y una tarde
                   puedes ver
                   cielos de telas hechas de cielo de nubes pintadas
pájaros portadores de noticias alegres

no olvides a los trenes
ellos llevaron las cartas de antiguos señores
y hablaron con los árboles y con el musgo de los puentes.

( Formas en el sueño figuran infinitos (1976))


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EL ESTANQUE

Mi infancia es hoy un gran estanque
donde me miro
en su fondo verde liquen
piedras alcanzadas por el musgo
peces de rara y brillante especie.

Yo hundo allí mis manos
y agito las aguas
para alcanzar una sombra
                                  siempre evanescente.

El estanque me devuelve el cielo, las nubes
                             cielo y tierra en él se besan
                                          confluyen.

Yo dibujo allí una imagen, la sueño
                              mas no la alcanzo.


(De Casa de agua y de sombras (1992))


¡Libertad... para pensar!

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