Felisa Escobar Carvajalino (1942)
Felisa Escobar Carvajalino, escritora colombiana
Felisa Escobar Carvajalino, poetisa nacida en Cartagena y de raíces ocañeras, heredó su amor por la poesía y la espiritualidad de su familia. Proveniente de un linaje literario destacado, con figuras como su tío materno, el reconocido poeta Marco Aurelio Carvajalino Caballero, y su primo, el distinguido escritor y académico Aurelio Carvajalino Cabrales, Felisa cultivó desde temprana edad su pasión por las letras.
Educada en el Colegio de María Auxiliadora de Barranquilla y en instituciones de Chía y Bogotá, Felisa complementó su formación con estudios de secretariado bilingüe en la capital colombiana y cursos de idiomas en el Arké, Instituto Cultural de Andrés Holguín. Contrajo matrimonio con Francisco Duque Carvajalino, empresario ocañero, con quien impulsó la promoción del turismo internacional a través de Viajes Chapinero, siendo reconocida por la Dirección del Departamento Nacional Austríaco de Turismo en 1992.
La trayectoria poética de Felisa Escobar se dio a conocer a través de publicaciones como la revista Horizontes Culturales y los esfuerzos de difusión de Mario Javier Pacheco. Su obra fue incluida en diversas antologías, como "Poesía Latinoamericana" en 1998, y destacadas en festivales de poesía internacionales como el VIII Festival Internacional de Poesía en Medellín. En colaboración con otras escritoras, participó en proyectos como "Triángulo Equilátero" y "Granos de Arena", ambos en 1999, destacándose por su compromiso con la paz.
Su última obra publicada "Madura Sed", presenta 47 poemas que reflejan su sensibilidad y maestría en el manejo del lenguaje poético. La crítica literaria, representada por Matilde Espinosa, elogió su estilo transparente y la profundidad de sus versos, evitando artificios y priorizando la sencillez y la autenticidad.
En reconocimiento a su contribución a la literatura, Felisa Escobar fue homenajeada durante la Tercera Feria del Libro en Ocaña en 2010, donde compartió sus experiencias con el público, especialmente con niños y medios de comunicación locales. Su legado perdura en la memoria de quienes aprecian la belleza y la profundidad de sus palabras, que exploran el amor, la añoranza y la esencia misma de la vida.
El viaje
Sin camino
de retorno
desde la orilla
del silencio
comencé el viaje
hacia mi propio destino
Mar
Latido sin sosiego
de todos los azules
en cuyo palpitar
se mece el infinito.
Déjame estar
inmersa
en tus entrañas
Medusa y red
Sirena y alga viva.
En tu orilla
soy un grano de arena
que reverbera al sol
en las mañanas.
La palabra
Al otro lado
del muro de luz
reposa en su inocencia
la palabra.
Será en vano
si intents atraparla.
Tu palabra
solo intenta rasgar
la desmesura
de tus sueños.
Crisálida
La crisálida teje
una secreta floración
de aurora
como si todo
le anunciara el amor.
Palpitación de otoño
aleteo ocre-dorado
de mariposa
que imanta
sus colores hacia el sol.
Alada peregrina
rasga el eco de la luz
para encontrar
la voz
anidada
en la bruma del tiempo.
Libertad... para pensar!
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