Irina Henríquez (1988)

Irina Henriquez, escritora colombiana

 
Biografía de Irina Henríquez:

Irina Henríquez, nacida en San Juan Nepomuceno, Bolívar, Colombia, en 1988, es una destacada poeta, productora audiovisual y gestora cultural. Se graduó como Licenciada en Humanidades-Lengua Castellana por la Universidad de Córdoba, Montería, Colombia. Dirige el Taller Literario "Manuel Zapata Olivella" en la misma universidad, siendo miembro de Red Escritura Creativa-RELATA. Es reconocida por su obra poética y su contribución a la promoción de la cultura en su región.

Premios y Reconocimientos:

• Premio Macondo 2013 por la producción del cortometraje de ficción "Tierra escarlata".
• Realización de Cortometraje de Ficción FDC, 2015 por "Genaro".
• Coordinadora del Encuentro Internacional de Mujeres Poetas de Cereté, departamento de Córdoba, Colombia.
• Colaboradora de la revista virtual de poesía "La Raíz Invertida".

Análisis de Poemas:

1. Sólo un destino poseo:
En este poema, Henríquez explora la idea de la inevitabilidad del destino y la fragilidad de la existencia humana. Utiliza imágenes evocadoras para transmitir una sensación de resignación y aceptación frente a las limitaciones de la vida. La metáfora del destino como algo que resbala de las manos y la comparación de la certeza con la belleza inútil de una araña destacan la naturaleza efímera y a veces absurda de nuestras experiencias.

Sólo un destino poseo

-y la certeza
de que resbala de mis manos
y será absurdo reclamarlo-
Sólo una contracción espiritual
ante este espejo que nada dice.
-Como la certidumbre
de que la araña existe
a pesar de su belleza inútil-
Estas manos de líneas precursoras,
estos ojos temerosos de la noche
y unas cuantas vidas aplazadas
tan sólo poseo.

2. La negación de la locura:

Este poema presenta una reflexión sobre la lucha interna de la autora contra sus propios miedos y ansiedades. Utiliza la metáfora de una burbuja para representar la sensación de estar atrapado en uno mismo, aislado de la realidad exterior. La lluvia áspera y los sueños perturbadores evocan un estado de angustia y confusión mental, mientras que la imagen del sapo arrojado al pecho desnudo sugiere un despertar repentino y doloroso a la realidad.

La negación de la locura

Cae sin tregua la lluvia.
Una lluvia áspera de invierno del Trópico.
Burbujas aparentemente inútiles se mojan en la intemperie.
Dentro de una estoy yo,
seca de agua empapándome de miedo.
Alrededor de esta burbuja,
los sueños del pasado reanudan la noticia
de mi lucidez temprana:
ratas del bosque
puerco espinos de agua
aves monstruosas regresan a roer la piedra del destino
que he escogido para esta vida.
Entonces de regreso a mis visiones
me doy cuenta de que este bosque
por el cual he transitado tiene orejas y ojos
que lanzan miradas de hambre sobre mí
y a través de la burbuja
un sapo me es arrojado al pecho desnudo
para que el grito condensado de todas las noches anteriores
me despierte
seca de lluvia
ahogada en un poema.

3. A riesgo de caer:
En este poema, Henríquez juega con la dualidad entre el mundo natural y el mundo humano, explorando temas de identidad y libertad. Utiliza imágenes vívidas de la naturaleza para transmitir una sensación de conexión profunda con el entorno. La confusión entre tierra y agua, así como la ambigüedad de las imágenes de volar, flotar o caminar sobre las aguas, reflejan la búsqueda constante de la autora por encontrar su lugar en el mundo y su disposición a asumir riesgos en el proceso.

A riesgo de caer

“Yo estoy vigilante para hablar de lo que veo
a través de la ventana”
Orietta Lozano

Se han agolpado todas las aves
en el verde manto de la tierra que atisbo por la ventana.
He confundido a peces voladores y golondrinas,
y desde que las aguas visten el color del pasto
me es imposible diferenciar tierra y lago
si sobre ambos piedras y nenúfares arden como la flor del día.
Comprobarán mis pies que la tierra es tierra
y que el agua es agua,
porque de ambas ascienden árboles inmensos sin procurarme sombra.
O seré ave a riesgo de caer.
O seré mujer a riesgo de volar
de flotar
de caminar sobre las aguas
o morir ahogada.
Entonces arderá en mí lo vegetal y desestabilizará el color de la materia.
Porque preciso locamente
palpar la savia de los bosques y los campos
olvidar la ventana y hundirme para siempre
bajo el verde manto de estas aguas.

4. Asedio a la infancia IV:
En este poema, Henríquez aborda el tema del dolor y la negación de la infancia. Utiliza un tono crudo y directo para transmitir la idea de que a menudo se niega a los niños la experiencia del dolor o la dificultad, considerándolos demasiado jóvenes o inocentes para comprenderlo. La imagen del pan ofrecido con el sudor del alma sugiere la explotación y la falta de empatía hacia el sufrimiento infantil. El poema refleja una crítica a la tendencia de minimizar o ignorar los sentimientos de los niños, subestimando su capacidad para enfrentar y comprender la realidad.

Asedio a la infancia iv

El dolor te está prohibido,
no eres tú quien puede sentirlo.
No es tu cuerpo tan viejo
para esas cosas.
Págame este pan que te ofrezco
con el sudor de tu alma.
Pero nada de quejas ni rictus de dolor.
Estás muy niña para esas cosas.

5. El dominio del agua:
En este poema, Henríquez explora el tema del miedo y la superación personal. Utiliza la metáfora del agua para representar el miedo infantil y la sensación de vulnerabilidad ante lo desconocido. El hecho de que el yo poético finalmente domine el agua en un sueño sugiere un proceso de superación y conquista del miedo arraigado desde la infancia. La imagen de la casa cercana al arroyo y el temor asociado a ella evocan recuerdos y experiencias pasadas que aún afectan al yo poético. En última instancia, el poema transmite un mensaje de esperanza y crecimiento personal a través de la superación de los miedos infantiles.

El dominio del agua

Anoche
por primera vez
dominé el agua del sueño.
Me sumergí en un fluido azul transparente
atravesé su humedad a nado
y no desperté a la mitad de mi hazaña.
Estampida de grandes animales el sonido de las
aguas desbocadas.
Así en la infancia, una casa cercana al arroyo
dejó en mí un miedo que despertó en la noche de mis años.
Temí en todos mis sueños la aparición del agua.
Su inabarcable dominio me lanzaba a la vigilia
con las manos húmedas y…
Anoche
por primera vez
fui una con el agua del sueño.
Quizá una niña en mí ya no tema a su lomo luminoso.

6. Memoria del sueño:

Este poema explora la naturaleza de los sueños y su impacto en la memoria y la experiencia humana. Henríquez utiliza imágenes evocadoras para describir un sueño vívido y lleno de simbolismo, donde el yo poético experimenta la libertad y la transformación. La metáfora de ser pájaro y piedra en el estanque sugiere una sensación de conexión con la naturaleza y la fluidez de la experiencia onírica. La búsqueda de un jardín secreto para enterrar la memoria del sueño refleja la necesidad de preservar y proteger los recuerdos más íntimos y significativos. En conjunto, el poema celebra el poder del sueño para revelar verdades ocultas y ofrecer un escape temporal de la realidad. 

Memoria del sueño

El sueño me toma de la mano y conduce
por senderos luminosos
a unas alas que nacen en el vuelo,
y, asombro vertical,
toco con la punta de las patas
las anheladas copas de los árboles.
Guardo la memoria de que
fui pájaro y piedra en el estanque,
caminé por escaleras que no avanzan
y desperté pronto
y también pronto ansié de nuevo
la continuación del sueño
en iluminados patios de la infancia.
Soñé la resurrección de mis muertos
las palabras que no dije tatuadas en la lengua
y la purificación del fuego
en esos cuerpos resucitados.
En la palma de mi mano revelo la memoria del sueño.
Celosa guardiana,
con el puño cerrado busco
la tierra de un jardín secreto
para enterrarlo.

¡Libertad... para pensar!