Lorena Torres Herrera (196?)
Lorena Torres Herrera, escritora colombiana
Biografía
Lorena Torres Herrera, nacida en Buenaventura, Valle del Cauca, es una destacada educadora, poeta, dramaturga y promotora cultural con una trayectoria notable en la defensa y promoción de la identidad afrodescendiente. Licenciada en Arte Dramático por la Universidad del Valle y especialista en Pedagogía del Folclor por la Universidad Santo Tomás, su formación académica ha sido fundamental para impulsar los procesos de identidad cultural de su comunidad.
Su compromiso con la cultura afrocolombiana se refleja en sus diversas diplomaturas, que incluyen Identificación, Diseño y Gestión de Proyectos Culturales en la Escuela de Bellas Artes en convenio con la Universidad del Pacífico, y en Danzas por la Escuela de Arte Sankofa de Medellín, en convenio con la Universidad Antonio Nariño y la Embajada de Estados Unidos. Además, ha recibido formación en Política, Liderazgo y Derechos Humanos por la Escuela de Formación de la Red Nacional de Mujeres Afrocolombianas Kambirí en convenio con la Universidad Libre, seccional Cali.
Torres Herrera es un miembro activo de la Red Nacional de Mujeres Afrocolombianas y participa anualmente en el Encuentro de Poetas Colombianas en el Museo Rayo, Roldanillo, Valle del Cauca. Su influencia en la cultura local se extiende a su rol en el Consejo Municipal de Cultura en el área de artes escénicas, y su labor como docente vinculada al Magisterio, donde ha trabajado durante catorce años en el área de educación artística en la Institución Educativa José María Cabal, sede Eusebio Muñoz Perea, en Buenaventura.
La versatilidad de Torres Herrera se manifiesta en su trabajo en teatro, danza, música, producción literaria, artes plásticas, folclor del litoral Pacífico y apreciación artística. Ha estado vinculada a diversas instituciones educativas, como las normales Miguel de Cervantes Saavedra de Guacarí y Juan de Ladrilleros de Buenaventura, así como en la Escuela Tecnológica de Antioquia, sede Buenaventura, en programas de licenciatura.
Como escritora, Lorena Torres Herrera ha dedicado su talento a la poesía, la dramaturgia, la narrativa y la creación de canciones folclóricas. Su primer libro de poesía se titula "Afroascendiendo", una obra que combina su rica herencia cultural con su experiencia y conocimientos académicos.
Su trabajo no solo ha enriquecido la cultura de Buenaventura y el Valle del Cauca, sino que también ha contribuido al reconocimiento y valorización de la cultura afrodescendiente en Colombia. Lorena Torres Herrera sigue siendo una figura esencial en la promoción y preservación de la identidad cultural, inspirando a futuras generaciones con su dedicación y pasión por las artes
Obras
Poemas
Atarrayando el olvido
El negro cogió su canoa
y metió su canalete al agua
y se fue con el río,
para ver si en algún recodo
podía atarrayar el olvido.
La nostalgia se enganchó en su anzuelo
y en su katanga cayeron mil lágrimas,
pues se marchaba, llevando consigo
–como único equipaje–
su desesperanza.
Miró al horizonte buscando en el mangle
encontrar a su dolor remanso.
Pero su mirada se clavó como ancla
en aquel paisaje donde solo había
un sol ya en ocaso.
Ya no había esteros,
ya no había vida en los raiceros,
ya el verdor del campo se había fundido
con el azul del cielo
y como de una pintura fueron borrados
cual si fueran manchas.
Todo, todo fue arrasado
y el negro lloraba
–pues sabía
que en cada canaletazo
iba dejando trozos de su vida–.
Su trasmayo se rompió una tarde
cansado de atrapar recuerdos
tantas masacres,
cuerpos mutilados por el poderío
de una cruel violencia
cuyo rostro, para él,
siempre fue desconocido,
aquel paraíso que fuera su tierra
se había extinguido.
Y ahora...
el agua está impura,
se enrojeció el verde,
siembras de amarguras,
cosechas de muerte,
se acabó la caña, se pudrió el trapiche,
ya no hay caimito, calabazo, plátano, pescao,
piangüa, pepenan, ni viche.
Ya no se oyen risas, solo se oyen llantos,
cayó la marimba, cesaron los cantos,
se hundió la balsada, se ahogaron los santos,
se quemó la casa y hoy reina el espanto.
Y el negro...
El negro cogió su canoa
y metió su canalete al agua
y se fue con el río
para ver si en algún recodo
podía atarrayar el olvido.
Su pie tocó un día
playas extranjeras,
a su canoa y canalete
despidió en la arena
y emprendió el camino
hacia un futuro incierto
sin su río, sin su tierra,
sin su mar y sin sus sueños.
Él seguirá viviendo,
él seguirá luchando,
llevando en su pecho
una loza fría
sobre su corazón muerto.
El negro cogió su canoa
y metió su canalete al agua
y se fue...
Se ha ido con el río.
Anda desesperadamente buscando el olvido,
olvido que jamás se alcanza
cuando lo que se ha perdido,
cuando lo que se nos ha arrebatado,
ha sido... ¡el alma!
Siempre presentes
Quisieron borrar nuestras huellas,
quisieron silenciar nuestras voces,
pero el cuerpo, cansado, desnudo
y maltratado por el látigo... ¡volvió a levantarse!
Quisieron borrar nuestra historia,
quisieron borrar nuestra imagen,
pero el alma, dolida, insistente
y curtida...
¡Volvió a reescribirse!
Quisieron destruir nuestra tierra,
quisieron desbaratar nuestro techo,
pero África, silenciosa, preciosa y latente...
¡Se multiplicó en todos los continentes!
Quisieron borrar nuestras huellas...
¡Y hoy somos miles de miles!
Quisieron callar nuestras voces...
¡Y hoy somos coros y ecos!
Quisieron invisibilizar nuestro rostro...
¡Y hoy nuestra presencia más grande se yergue!
Quisieron arrancarnos de nuestra tierra...
¡Y hoy somos raíces en el universo!
Porque no hay lugar en el mundo
–terrestre o etéreo–
donde no existan huellas
–profundas y perennes–
dejadas por la mujer
y el hombre negro.
La negra Tomasa
En el lienzo azul del cielo
comienza a pintarse el sol,
canta el gallo colorado
diciendo que amaneció.
Ya está lista la Tomasa,
ya se va pa los raíceros
con su machete y canasto,
su tabaco y su tiestero.
Va pa su faena diaria,
ya se entierra en el barrial
y doblada de esperanzas
ella comienza a piangüar.
A eso del medio día,
cuando el sol ya está quemando,
a los pies de la Tomasa
cae un papelito blanco.
Es una carta de Jacinto
que le manda a escribaniá,
que después de la jornada
se pudiesen encontrar.
Que en el estero la espera...
En el estero la espera
el negro que la hace feliz,
la hace olvidar las penas
y la hace reconvení.
La negra se tambalea
al comprender la razón
y siente por su entrepierna
un delicioso calor.
Que sube por su columna,
le prende cada pezón,
le hace agüita la boquita
hirviéndola de pasión.
Se le hinchan los cuatro labios
y se le eriza la piel
al saber que en pocas horas
la estará piangüando él.
¿Qué es lo que sube?
¿Qué es lo que baja,
al vaivén de la marea?
Son los cuerpos de dos negros
que en los esteros jadean.
Son gaviotas enlazadas,
son agua,
raíces nuevas y viejas,
son el mangle de mi tierra
que se desboca en sus venas.
Cómo vibran, cómo gozan,
miren cómo se menean
como mineros expertos
barequeando sus bateas.
Los negros entrelazados
cantan, ritmean su son,
se olvidan de los raíceros,
se olvidan del socavón,
se olvidan de las cadenas,
del yugo y de la opresión.
Y la cadencia del negrore
tumba como tambor,
es la sangre que nos hierve,
que nace del corazón,
que se permea en el alma
y se lleva en el color.
Miren cómo se agita Tomasa,
se arrebola, se arrechea,
tiene a su negro metido
en medio de su caldera.
Y con su cuerpo voluptuoso
se desgrana en agua fresca,
mojando al negro Jacinto
quien goza en sus turbulencias.
Con el tizón encendido
el negro la prende entera
y hace gemir a su negra
mientras le atiza la tea.
Sazonándole la piangüa
en su rústico fogón,
la está glaseando viva
en las brasas del amor.
Y después de tanto amarse
corean el grito final
y sus cuerpos extasiados
se despeñan en la mar.
Qué feliz está Tomasa.
Tomasa qué feliz está
y se despide del negro
que en su canoa se va.
Hasta una nueva tarde
que aquel hombre de sus sueños
como una estrella fugaz
vuelva a amarla en los esteros.
Le abone su tierra fresca
y con susurros lisonjeros
meta la mano y le extraiga
la piangua de su raícero.
Bibliografía
- Cuesta, Giomar y Ocampo, Alfredo. (2010) Antología de mujeres poetas afrocolombianas. Bogotá, Colombia: Ministerio de Cultura.
- Cuesta, Giomar y Ocampo, Alfredo. (2008) ¡Negras Somos!: Antología de 21 Mujeres Poetas Afrocolombianas de la Región Pacifica. Santiago de Cali. Programa Editorial Universidad del Valle.
¡Libertad... para pensar!
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