Dina Luz Pardo Olaya (1973)

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Dina Luz Pardo Olaya, escritora colombiana

Biografía

Dina Luz Pardo Olaya, nacida en 1973 en San Marcos, Sucre, ha residido en Barranquilla, Colombia, desde 1991. Es una destacada Comunicadora Social-periodista, poeta, dirigente gremial, y gestora cultural y social.

Desde temprana edad, Dina Luz ha tenido una profunda pasión por la escritura y la cultura. Su primer libro de poesía, “Quebranto de flor”, publicado en 1998, marcó el inicio de una prolífica carrera literaria. A lo largo de los años, ha seguido explorando su talento con obras como “El leve trazo de mis huellas” y “Albricias y un ponqué de ilusiones”, ambas publicadas en 2008, y su obra poética culinaria “Concierto sobre el fuego” en 2011.

Su poesía ha sido reconocida y publicada en numerosas antologías tanto nacionales como internacionales, incluyendo homenajes y recopilaciones en honor a grandes figuras literarias y en eventos culturales significativos. Su talento y dedicación le han valido un lugar en prestigiosas revistas literarias y antologías en países como Argentina, México, Italia y España.

Dina Luz no solo se ha destacado como poeta, sino también como una ferviente promotora de la cultura y la literatura en su comunidad. Ha recibido varios premios y reconocimientos por su labor cultural y social, incluyendo el Quinto Premio en el XXXV Concurso Internacional de Poesía y Narrativa del Instituto Cultural Latinoamericano en Argentina en 2013 y una beca de circulación internacional del Ministerio de Cultura de Colombia en 2011.

Además de sus logros literarios, Dina Luz ha sido reconocida por su liderazgo gremial y comunitario. Ha recibido premios por su labor como dirigente gremial en Barranquilla y por su compromiso con la preservación y promoción de la cultura local. Su dedicación a la comunidad también ha sido destacada con distinciones como el reconocimiento del Grupo de Protección al Turismo y Patrimonio Nacional MEBAR por la construcción de un pesebre artesanal en Paseo de Bolívar y el reconocimiento como "Mujer, Fuente de Amor y Paz" por el Servicio PAZ Y JUSTICIA en América Latina.

Obras
  1. Quebranto de flor (1998)
  2. El leve trazo de mis huellas (2008)
  3. Albricias y un ponqué de ilusiones (2008)
  4. Concierto sobre el fuego (2011) - poética culinaria
Antologías:
  1. Revista Taller Luna y Sol
  2. Vuelo de Jazmines, homenaje a Meira Delmar, Barranquilla (2009)
  3. Premio de Poesía Simón Bolívar, El Libertador, Edizioni Lo Spazio, Italia (2010 y 2014)
  4. Poetas bajo palabra en el Caribe colombiano, Barranquilla (2010)
  5. El rostro secreto de Eros, Argentina (2011)
  6. Las voces de las mariposas, México (2012)
  7. Ellas escriben en el Caribe (2012)
  8. El Rostro Secreto de Eros, Parnasus, Argentina (2013)
  9. Los Poetas van a la escuela, Barranquilla (2013)
  10. Cartagena de Indias, Territorio Literario, Pygmalion editores, Madrid (2016)
  11. Grito de Mujer, Madrid (2016)
  12. Mujeres a toda costa, Cedesocial Barranquilla (2016)
  13. Revista Víacuarenta, Memorias del Festival Internacional PoeMaRío (2014 y 2016)
  14. Puesto de Combate (2015)
  15. La Guardarraya, Día a Día News, Los Ángeles, USA (2016)
  16. Antología Poética de amor y desamor del Liceo poético de Benidorm, Madrid (2017)
  17. Antología de mujeres poetas del Caribe colombiano “Como llama que se eleva”, Ediciones Exilio (2017)
  18. Paisaje cinematográfico colombiano, Burning Blue, Bogotá (2018)
Poemas

Mujer Caribe

Declaro en secreto y en público,
de frente al mar
con la mirada puesta en mi vida,
que soy mujer Caribe,
de vientre como  los arrecifes,
de  sueños embadurnados
con la bruma del mar,
de pudores con castillos
resguardados
y en mis cuencas
una república independiente
que contempla mi hoy.
Mujer Caribe,
de aliento dulce y fresco
como el agua de los cocoteros,
con el ébano fundido
en el color de mis ojos
y en la ola ondulante
de mis cabellos,
palmeras que ondean
y juegan con el viento.

Soy Caribe porque soy mar,
Caribe que circunda con el  río.
costeña y ribereña,
ribereña y costeña,
Gaita, guacharaca,
flauta de millo
y un tambor
de cumbia a mis oídos.
Brisas, piel, olas,
caricias, arena,
sal, sal, sal,…
mar, mar, mar.
 
¡Soy Caribe
y punto!


La receta de hoy

La cocina  esperó por mí
para hacer de ti mi mejor receta.

Adobé tu piel con dulce fragancia de naranja,
le puse la sazón de mis manos
y a los olivos le extraje su opulento aceite,
para que el roce fuera fluido, suave, armonioso.

Tras mezclar y entremezclar,
quedaron residuos en mis uñas,
se me empotró algo de ti,
así que lamí uno a uno mis dedos,
para que tu amor no sólo me entrara
por tus besos, tus caricias y tu sexo.

El vino,
el vino lo caté de tu sonrisa
que me dejó un halo de entrega total,
de una cosecha que hoy ya no existe,
que me embriagó al brasearte
en tus propios jugos.
 
Todo estuvo dispuesto.
Te cociné a la temperatura exacta de mi cuerpo,
de mi vientre.
Probé y supe que mi plato era perfecto,
exquisito, para repetir.

​Concierto sobre el fuego
Me insinué ante ti desde antes que encendieras el fuego.
Ya habías irrigado algunos aceites sobre mi piel;
escogí una que otra especia que me perfumara
y le esparcí picante
a esta parte de mí que tu fuego consumiría.

Me posé sobre ti, fuego del sábado,
el concierto de final de semana había comenzado,
nacía la simetría exacta de la cocción.
En ese término,
oía la quinta sinfonía de Beethoven
mientras me fundía en tu fuego,
veía ángeles vestidos de humo
mientras hacía ondear mi pelvis


y sentía dentro de la piel
mi alma sublimándose con la tuya
mientras me desgarraba en gemidos.

Era más que mi carne, era más que tu fuego,
éramos almas como sustancias que se desprenden
de la materia para hacerse inmensurables.
Y fui viendo mi cuerpo agridulce
con el dulce de tus besos.
Toda mi piel glaseada con tus sudores;
sí, era mi piel de color avellanado
que tu fuego precisó en la finura del paladar.

Fueron más que insinuaciones sobre el fuego,
más que un concierto sobre la sartén.
Me posé sobre tu brasa nocturna,
penetré tu corazón -entonces míoy
me supe amada.

Vendrán otros sábados y otras noches.
En ese tiempo,
ya estaré salpimentada, saborizada y sazonada,
justo para alojarme en ti,
¡y que suene el concierto otra vez!

¡Libertad... para pensar!

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