Giovanna Rosa Pollarolo Giglio (1952)

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Giovanna Pollarolo, escritora peruana


Biografía

Giovanna Rosa Pollarolo Giglio nació en Tacna, Perú, el 21 de agosto de 1952. Estudió en el Colegio Santa Ana de su ciudad natal. Posee tres títulos académicos: Licenciada en Lingüística y Literatura por la Pontificia Universidad Católica del Perú (1980-1986), Magíster en Literatura Peruana y Latinoamericana por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, y Doctora en Philosophy Spanish por la Universidad de Ottawa.

Pollarolo ha publicado varios poemarios, entre los que se destacan Huerto de los olivos (1986), Entre mujeres solas (1991), Entre mujeres solas y otros poemas, segunda edición (1995) y La ceremonia del adiós (1997). Su trabajo poético es conocido por la frescura de su discurso y la complejidad de su estructura, marcando un giro en la poesía femenina peruana.

Paralelamente a su labor poética, Giovanna Pollarolo se ha dedicado al periodismo, la docencia y la escritura de guiones cinematográficos. Algunos de sus guiones más destacados incluyen La boca del lobo, Caídos del cielo, No se lo digas a nadie, Tinta roja y Pantaleón y las visitadoras. También ha escrito la obra teatral Donde mis ojos no te vean.

En 2002, comenzó a escribir columnas sobre temas culturales para el periódico Perú.21.  Es docente a tiempo completo en la Pontificia Universidad Católica del Perú, donde dirige la Maestría de Escritura Creativa. En 2022, fue reconocida como Personalidad Meritoria de la Cultura por el Ministerio de Cultura.

A lo largo de su carrera, ha dictado diversos talleres de guion en universidades nacionales e internacionales, y sus investigaciones y relatos ficcionales han sido publicados en múltiples revistas nacionales y extranjeras.

Obras

Obra literaria
  1. Huerto de los olivos (1986), poemario
  2. Entre mujeres solas (1991, 1995, 2000), poemario.
  3. La ceremonia del adiós (1997, 1998), poemario.
  4. Atado de nervios (1999), libro de cuentos.
  5. Dos veces por semana (2008, 2015), novela.
  6. Entre mujeres solas. Poesía reunida (2013), poemario.
  7. De aventurero a Letrado. El discurso de Pedro Dávalos y Lissón (2015), ensayo.
  8. Toda la culpa la tiene Mario (2016), novela.
  9. Nuevas aproximaciones a viejas polémicas: cine y literatura (2019), ensayo.
  10. Matusalén (2022), relatos.
Obra como guionista
  1. Bajo tu piel (telenovela) (1986 - 1987)
  2. La boca del lobo (1988)
  3. Caídos del cielo (1990)
  4. No se lo digas a nadie (1998)
  5. Pantaleón y las visitadoras (1999)
  6. Milagros (telenovela) (2000)
  7. Ciudad de M (2000)
  8. Tinta roja (2000)
  9. Ojos que no ven (2003)
  10. Polvo enamorado (2003)
  11. Dragones: destino de fuego (2006)
  12. Mariposa negra (2006)
  13. Cinco Esquinas (2026)
  14. Donde mis ojos no te vean (Obra de Teatro)
  15. Cuando me dicen señora (Obra de Teatro)
Poemas

A veces ocurre

te despiertas a medianoche
enciendes la luz y la luz no se enciende
caminas a oscuras, adivinando. 
O te quedas pensando
tratando de olvidar que tienes sed.
O frío
tanto, tanto frío
sabes que necesitas una frazada pero no te levantas
prefieres no levantarte
esperas que venga el sueño. Esperas, esperas.
El sueño tarda pero termina por llegar.
Y al día siguiente
sin saber por qué
aprietas el interruptor
y el foco se enciende
recuerdas el frío y ves una frazada, estaba a la mano
ahí, a un paso.
Puede ser que te preguntes
¿qué me habrá pasado?
o no te preguntes nada porque ya es de día;
dices: ya pasó la noche y no quiero pensar
pudo haber sido un sueño.
Y te lo echas a la espalda, como todos los sueños.


Después de los 30

Dicen
que después de los 30 las mujeres envejecen pronto
malhumoradas
sufren de males jamás pensados
no se resignan
y sufren comparándose con la rosa marchita
pétalos caídos, belleza acabándose
o se resignan
y voltean los espejos
prefieren las veladas a media luz
huyen de las vidrieras
hasta de los charcos de agua
cuando hay luna llena.
Dicen que
después de los 30 las mujeres
aprenden a hacer el amor
y su ansiedad espanta
ávidas de orgasmos
ninfómanas
son suplentes en camas ajenas
mujeres fáciles
o se empiezan a secar
asqueadas y temerosas
de sus deseos (ávidos, urgentes)
les falta hombre comentan.
Putas o reprimidas
es a la larga lo mismo. Así dicen.


En la playa

Mi hermana y yo jugamos paleta.
Pelota azul, raqueta de madera
en la arena, a la hora del crepúsculo.
Queremos tener calor para el obligado baño de la tarde
cuando la tarde es ya muy tarde.
Si no nos bañamos a esa hora
-lo sabemos desde niñas-
tendremos calor durante la comida
y no sabríamos sobrevivir el paso del día a la noche.
Manías, rutinas, costumbres.
Se trata
de transpirar.
Se trata
de no dejar caer la pelota de arena
por lo menos hasta contar cien.
Cueste lo que cueste.
Nos turnamos en el empeño:
a veces ella se esmera,
cuando se cansa, me esmero yo.
Así es el matrimonio, pienso,
mientras me estiro por encima de mi estatura
para responder el pelotazo
que envía
más allá de mi cabeza.


Segunda declaración, de rodillas

No quiero santificar Tu nombre
pero lo santifico y musito:
Estira Tu mano y llévame contigo
a Tu reino
aunque no sea Tu voluntad.
Eres mi señor
y debes cuidar de esta sierva
ante Ti hincada
mira mi abatimiento, sácame de mis angustias
de este valle de lágrimas en el que vivo
mis días están en Tus manos
mis manos alzadas sólo ansían Tu benevolencia
llévame contigo
como si fuera Tu hija
como si fueras Mi Padre
presta oídos a mi ruego
como Dios, a Sus Bienamadas criaturas.


¡Libertad... para pensar!

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