María del Pilar Paramero Silva (1938)
María del Pilar Blanco, escritora colombiana
Biografía
María del Pilar Paramero Silva es una poetisa, cuentista, novelista, compositora, tallerista e investigadora etnográfica colombiana. Nació en El Cocuy, Boyacá, el 10 de noviembre de 1938, hija de Timoléon Paramero Pinzón y Rosenda Silva Boada. Desde muy joven mostró un talento natural para la poesía, escribiendo su primer poema a los siete años.
Su obra abarca poesía ecológica, histórica, social y romántica, siempre impregnada de una profunda conexión con la naturaleza y la cultura muisca, de la cual proviene. Ha trabajado como tallerista en escuelas rurales, lo que le ha permitido integrarse en su poesía vivencias tanto de la naturaleza como de la vida campesina.
María del Pilar ha recibido múltiples reconocimientos a lo largo de su carrera, destacándose el Gran Premio Nacional de Poesía del Museo Rayo en 1995 por su libro "Destellos", el cual fue elogiado por su pureza de lenguaje y profundidad. Ha participado en varios festivales y encuentros de poesía en Colombia, incluyendo el Encuentro de Poetas Colombianas en Roldanillo, Valle en 2013, y la Primera Fiesta de la Poesía en Villa de Leyva, 2015.
Entre sus obras publicadas se encuentran los libros de poesía "A la vera de tu aroma" (2006), "Esteros de la noche" (2011), y "Rastros de tiempo" (2012). También ha escrito la novela "La fe del carbonero", la fábula "El Burro y el caballero", y la obra de teatro "Yo también soy América". Además, ha coescrito canciones incluidas en el CD "Sones de tambor" junto al maestro Kike Cárdenas.
María del Pilar Paramero Silva considera su obra cumbre "Furatá", que significa mujer tierra, reflejando su profunda conexión con sus raíces y la naturaleza. Su poesía, rica en simbolismo y musicalidad, es un homenaje a sus ancestros indígenas.
Obras
- Destellos (1995)
- A la vera de tu aroma (2006)
- Esteros de la noche (2011)
- Rastros de tiempo (2012)
Poemas
Raíces
Era,
mi padre
un árbol
y mi madre,
la lluvia.
Su savia
son mis versos
hechos
de arcilla y luna.
El mismo río
Llegas a mí
enfebrecida el alma
y te comparo
con un río crecido:
a mí, que soy
volcán en erupción
constante
me logras arrastrar
en tu corriente,
y yo, a la vez
termino siendo río.
Memorias
Del roble,
sólo quedó el recuerdo
en la memoria
del abuelo.
Del abuelo,
sólo queda su recuerdo
en mi memoria.
Mañana,
sólo seré un recuerdo
sin roble y sin abuelo.
Otoño del Ocobo
Ya casi amaneciendo,
el frío del otoño
se agiganta
en armonioso vaivén
de la arboleda;
los pájaros despiertan,
y con suave aleteo
desgranan el rocío
sobre las flores
rosadas del ocobo,
que desmayadas
han caído en la noche
sollozando de frío.
Madres es
Madre es
la tierra
que yo habito.
El agua
que dio origen
a la vida.
El árbol
que da sombra
a mi cansancio.
El milagro
de mis alas
y mis sueños
tejidos
en la choza
de bahareque
que habité
por nueve lunas.
Danza del tiempo
para mis abuelos.
¡Libertad... para pensar!
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