Josefa Murillo Carlín (1860-1898)
Josefa Murillo Carlín, escritora mexicana
Más información sobre la autora
Biografía:
Josefa Murillo Carlín, conocida como "La Alondra del Papaloapan", fue una destacada poeta mexicana del siglo XIX, cuya obra se enmarca en la corriente del Romanticismo. Nació el 20 de febrero de 1860 en San Cristóbal de Tlacotalpan, Veracruz, en una casona próxima a las orillas del río Papaloapan, también conocido como el río de las Mariposas.
Hija de Mariano Murillo y Manuela Carlín, Josefa fue la segunda de ocho hermanos. Desde temprana edad, mostró un gran interés por las letras y las artes, a pesar de sufrir de asma, lo que limitó su asistencia regular a la escuela. Recibió sus primeras enseñanzas líricas de sus tías maternas, Cruz y Laura, quienes eran maestras en la localidad.
Apodada familiarmente como "Pepilla", Josefa comenzó a escribir sus primeras obras a los 15 años bajo el seudónimo de "Xóchitl". A pesar de no tener una educación formal, se convirtió en una políglota autodidacta, aprendiendo zapoteco de los trabajadores cañeros que se hospedaban en la casa de su padre, y estudiando inglés, francés y latín a partir de los libros de su padre.
A pesar de su enfermedad, Josefa mostró un espíritu emprendedor y audaz. Incluso escribió una carta al presidente de México, Benito Juárez García, solicitando apoyo para realizar estudios de ciencias y letras en la Ciudad de México, cuando tenía menos de diez años de edad. Aunque la carta fue descubierta y destruida por sus tías, su amor por el conocimiento la llevó a leer todo libro que llegaba a sus manos, muchas veces tomando libros prestados de la biblioteca de su padre sin su conocimiento.
La vida amorosa de Josefa estuvo marcada por el sufrimiento, especialmente tras la trágica muerte de su amado. Este dolor profundo se reflejó en su poesía, que se tornó apasionada y melancólica. A través de sus versos, Josefa expresó su conexión con la naturaleza, su amor por su patria y su fe cristiana.
La obra de Josefa Murillo, caracterizada por su lírica sencilla, auténtica y bella, ha trascendido el tiempo y el espacio, dejando un legado que aún perdura en su tierra natal, Tlacotalpan. Su poesía, inspirada en el paisaje y el ambiente de su hogar junto al río Papaloapan, la ha convertido en una figura admirada y recordada, asociada al sobrenombre de "La Alondra del Papaloapan".
Obras:
- (1899). Homenaje a la inspirada poetisa tlacopeña. Pról. Cayetano Rodriguez Beltran. Tlacotalpan: La Reforma.
- (1961). Poesías. Ed. Leonardo Pasquel. México: Editorial Citlaltépetl.
- (1965). Obra poética de Josefa Murillo. Pról. Leonardo Pasquel, Mexico: Citaltépetl, 1970.
- (1975). Poetisa. Tlacotalpan, Veracruz: Museo Salvador Ferrando.
- (1986). La Alondra: poemas. Ed. Salvador Moreno. Valencia: Pre-textos.
Poemas
Vagando en el terruño
Amanece. Refleja el ancho río
nubes doradas, juncos y palmeras,
y va a perderse en el boscaje umbrío
donde fingen unirse las riberas...
En busca de los peces, codiciosas,
a la orilla dirígense las garzas,
espantando a las tiernas mariposas
que dormitan aún entre las zarzas...
Rápida la gaviota el aire hiende,
y el cisne alisa su ropaje blanco,
bajo el florido múchite que prende
la torcida raíz en el barranco...
En la selva, el virsúchil aromoso
liban ya los sedientos colibríes,
y el cardenal despierta receloso,
alisando sus plumas carmesíes...
La pálida laguna se abrillanta,
y al beso de la honda placentera,
se entreabre el nenúfar, mientras canta,
oculta en el bambú, la primavera...
Rasga la aurora el vaporoso velo
prendido entre los montes y las aguas,
y Tlacotalpan surge, irguiendo al cielo
el trémulo penacho de sus yaguas...
¡Cuan bella es! la espléndida paleta
de natura en su hechizo se consume:
cual la mujer amada del poeta,
tiene el color, la línea y el perfume...
Y hay en esa luz encantos sin iguales.
Porque esa luz, Elodia, es la que vimos
sonreír en el huerto y los portales
de la casita blanca en que nacimos...
¡Oh, mi tierra adorada! Al contemplarte,
goza mi alma y se eleva agradecida...
¡Quién conquistara un lauro que dejarte
como una ofrenda al terminar la vida!...
Contraste
Sobre los troncos de las encinas,
paran un punto las golondrinas
y alegres notas al viento dan:
¿Por qué así cantan?...¿Qué gozo tienen?...
Es porque saben de dónde vienen
y a donde van!
En este viaje que llaman vida
cansado el pecho y el alma herida,
tristes cantares al viento doy.
¿Por qué así sufro?...¿Qué penas tengo?...
¡Es porque ignoro de dónde vengo
y a donde voy!
Padre
Para cantar en tu día
¡Oh padre! quisiera yo
las notas que el rey poeta
con el arpa acompañó,
unidas a la voz dulce
que las Vírgenes de Sión
elevaban en el templo
para cantar al Señor:
voz de respeto profundo,
voz de ternura y amor:
Porque cantar a mi padre...
¡Es como cantar a Dios!..
Bibliografía:
- Proyecto Escritoras Latinoamericanas del Diecinueve ELADD. https://eladd.org/otras-autoras/josefa-murillo-carlin/
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