Esther Andradi (1956)

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Esther Andradi, escritora argentina


Biografía

Esther Andradi es una escritora argentina que divide su tiempo entre Berlín y Buenos Aires. Nacida en Ataliva, un pequeño pueblo de la provincia de Santa Fe, Argentina, Andradi emigró a Perú en 1975, donde trabajó como reportera, columnista y jefa de redacción. En 1980 se trasladó a Europa, estableciéndose en Berlín (Occidental). Regresó a Argentina en 1995, viviendo en Buenos Aires durante ocho años, antes de mudarse nuevamente a Berlín en 2003.

Esther Andradi ha publicado una variedad de géneros literarios, incluyendo crónica, ensayo, poesía, microficción, cuento y novela. Sus obras más destacadas incluyen las novelas "Tanta Vida", "Sobre Vivientes" y "Berlín es un cuento". Su escritura a menudo trata temas de cultura, migración y memoria, y sus crónicas se han publicado en diversos medios de América, España y Alemania. Además, ha sido traducida a varios idiomas, más recientemente al islandés.

En su carrera, Andradi también ha trabajado como traductora, traduciendo al español la poesía de la poeta alemana May Ayim. Además, editó la antología "Vivir en otra lengua", que presenta a escritores de diferentes países de América Latina residentes en Europa. Esta obra es pionera en la construcción de un espacio para la literatura latinoamericana escrita fuera de las fronteras de los países de origen.

Es feminista y ha vivido en diferentes países, lo que le ha permitido mantener vivos los lazos de una comunidad de escritores afincados en distintos lugares con diversas tradiciones literarias. Es coautora del libro "Ser mujer en el Perú" junto con Ana María Portugal. Entre sus otros títulos se encuentran "Come, este es mi cuerpo", "Chau pinela", "Mi Berlín. Crónicas de una ciudad mutante" y "Microcósmicas".

Su trabajo ha sido incluido en numerosas antologías y su influencia en el campo de la literatura es notable, especialmente en temas relacionados con la identidad y la experiencia migratoria.

Obras
  1. La lengua de viaje.  Ensaos fronterizos y otros textos en tránsito (2023
  2. Microcósmicas (2017)
  3. Mi Berlín.  Crónicas de una ciudad mutante (2015)
  4. Gentes de palabra (2015)
  5. Cartón lleno (2012)
  6. Miradas sobre América I (2010)
  7. Berlín es un cuento (2009)
  8. Comer con la mirada (2008)
  9. Vivir en otra lengua. Literatura latinoamericana escrita en Europa (2007)
  10. Sobre vivientes (2001)
  11. Tanta vida (1998)
  12. Come, éste es mi cuerpo (1997)
  13. Chau Pinela (1988)
  14. Ser mujer en el Perú (1978) 

Vino

Mi cara se parece cada vez más a una pasa.
Las arrugas me visten la sonrisa de lomo de tortuga, el llanto de crisálida, la seriedad de pasa nomás.
Por eso bebo tanto. Para macerarme en alcohol y así poder tragarme.
Lástima que no puedo sobornar al espejo.
Pero quizá termine disolviéndome en saliva, acogiéndome al privilegio de las hostias.

--->Cóme, éste es mi cuerpo. Buenos Aires: Último Reino 1991-1997


Viuda negra
oder
RAP À LA NERUDA


Me gusta cuando callas porque vienes a mí, hipnotizado,
y eyaculas delirante como si estuvieras muerto.
Entonces me enciendo de deseo y te consumo, a
fuego lento, pedacito por pedacito.
Amor de un día, mosca de sueño.
Tsé, tsé.
Y ya no me oyes, ni de lejos ni de cerca, y tu
silencio se estrella en mi melancolía. Hambrienta de
otro como tú, callado y silencioso para beberme el
día y la noche, y tejer destejiendo.
Pero no soy tu Penélope: te devoro por gusto nomás.

--->Microcósmicas. Morón: Macedonia Ediciones, 2015-2017


El árbol genealógico

Cuando el hacha abatió de un último golpe el tronco del árbol, un quejido estremeció la selva.
El follaje sorprendido se fue desplomando, arrasando con su peso las lianas, los arbustos encaramados en su cuerpo, la miríada de seres que anidaban en sus ramas, las vetas de aire suspendidas en su densa espesura, el tiempo alojado en sus anillos, los musgos aferrados a sus plantas, el dzzzdzzz de serpientes enroscadas, la impasible belleza de las orquídeas, los hongos milenarios, las especies mutantes, las delicadas colinas de termitas, los gruesos soportes de la maraña, las tiernas briznas de la mañana, la fina hiedra enredándolo todo, los estilizados helechos

El quejido se hizo clamor y cundió como fuego.
Al día siguiente el mundo estaba en llamas.


Rutas paleolíticas

Caminamos por el borde de la cornisa, nos balanceamos por la tela de araña, leemos tratados dialécticos y dietéticos, una antorcha nos alumbra el camino en espiral por el túnel.
Así y todo, tardamos varios fuegos.
Cuando salimos, los glaciares ya se han descongelado, y en la Cueva de Altamira nos reciben a los abrazos.

Nos estaban esperando, ¿donde estuvimos que nos demoramos tanto?

¡Libertad... para pensar!

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