Hannah Dimelza Escobar Correa (1985)

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Hannah Escobar, escritora colombiana

Biografía

Hannah Escobar nació en Titiribí, Antioquia, Colombia, en 1985. Es poeta, escritora, modelo, actriz y química farmacéutica. Se graduó en la Universidad de Antioquia como química farmacéutica y trabajó durante varios años en el Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia, en la Dirección de Medicamentos y Tecnologías en Salud. En este rol, fue asesora en varios procesos y participó en actividades de gestión de riesgo para poblaciones con enfermedades crónicas y huérfanas, uso racional de medicamentos, negociación de medicamentos y estandarización de sistemas de codificación. 

Asistió a los talleres de escritura de la Corporación Prometeo en Medellín.  En 2014, con su poemario De la propensión a olvidar todas las cosas, obtuvo el segundo lugar en el V Premio Nacional de Poesía Obra Inédita, convocado por la Tertulia Literaria de Gloria Luz Gutiérrez. Este libro fue lanzado en la Feria del Libro de Bogotá en 2015. 

Es miembro del Movimiento Literario Insustancialista y trabaja en proyectos artísticos centrados en la estética, conocidos como Insustancialismo o Insustancialismo Sintético. 

Tiene varios libros inéditos.  Además, ha trabajado como modelo en videoclips musicales, fotografía y pasarela, participando en Colombiamoda. También ha actuado en varios proyectos de la Escuela Nacional de Cine de Colombia Enacc y protagonizó el cortometraje Nadie, Nada, Nunca de la directora colombiana Angélica Hoyos en 2015. 

Obras

  1. El hermoso autómata de Núremberg
  2. Uróboros: un palíndromo y el mismo Sísifo (2016) 
  3. El poeta consagrado (2016)
  4. De La Propensión a olvidar todas las cosas (2015)

Poemas

Soledad

 
He llamado a la puerta
a alguna puerta
a todas las puertas
luego del primer suicidio
nadie queda realmente vivo.

La fiebre, Ofelia.

El cuerpo de Ofelia era más blanco que los otros cuerpos
y más inerme.

he llamado a la puerta
a alguna puerta
a todas las puertas
he llamado hasta que se me cayeron las uñas
incluso he llamado con los dientes.
 
Nadie respondió nada
Ahora adentro es igual que afuera.


Estirpe vetusta
 
Esta ceguera terrible que me consume
Me estoy muriendo de ensueños que no podré recordar
Me sujeta el grillete del destino.

Yo solía tener un par de alas
Fueron gloriosas en sus días
Ahora me muero de pensamientos
El alma que se nutre de mi sombra
Cayó en un sopor que no es preciso nombrar.


De un maletín amarillo
 
Igual que las mujeres de Vila-Matas no puedo amar y no tengo nada
portátil.Mi equipaje es denso, y viejo y polvoriento,
descubrí que lo tengo atado al pie izquierdo con la inconsciente ilusión de que sea un
pedazo de plomo y me mantenga pegada al piso.
( Como ese hombre que no pesaba nada y que se ponía plomo en los calzones para no
elevarse por la atmósfera).
Estoy muy cansada de querer en vano o no querer,
Yo misma me he lastimado tanto que pienso que es casi patológico:
la tendencia hacia la autodestrucción.
Voy en el camino buscando culpables para darle un sabor a la vida, a-lo-que-sea.
Y es que tengo tanto sentimiento que en mi mente únicamente retumba la queja de
Alfonsina:
Señor mi queja es esta/ tú me comprenderás/ de amor no estoy muriendo/ pero no puedo amar/ (…) me consumo en mi fuego/ Señor, ¡piedad, piedad!
Entonces me reconozco en ellos, me meto al mismo costal yo, yo misma, pero en secreto.
Desde que me reconocí en todos ellos
los repudio públicamente,
hago chistes mal educados llenos de ligerezas para mantenerme a salvo
de pronto la realidad me cae encima: no soy ellos, nunca podré ser ellos.
Lloro un poco,
prendo un cigarrillo.
Y otro.
Y otro.
La mirada siempre abajo, ojalá yo tuviera entre mis manos esa raíz maravillosa.
Pero no soy un cuadro.
El mundo es una fantasía tonta, me quito la máscara,
cierro los ojos, como cerrando ese maletín amarillo en el que cargo mi equipaje.
Apago mis pobres ambiciones.
me siento sobre él.
 
Angustia

(Del latín angustĭa, angostura, dificultad)
7.f.p.us. Estrechez del lugar o del tiempo.

Cuando le pregunté al cerezo si el otoño iba a alcanzarme
Se sacudió un poco y dejo caer sobre mí algunas de sus flores
No es asunto del cerezo
Mía es la culpa cuando sólo quiero ver la primavera.


¡Libertad... para pensar!

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