Luz Helena Cordero Villamizar (1961)

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Luz Helena Cordero Villamizar, escritora colombiana

Página de la autora

Biografía

Luz Helena Cordero Villamizar, nacida en 1961 en Bucaramanga, Colombia, es una destacada poeta, narradora, cronista y ensayista cuya residencia actual es Bogotá. Su vasta y versátil obra literaria ha sido reconocida y traducida a varios idiomas, incluyendo el inglés, portugués, italiano y chino, lo que refleja su impacto y relevancia en la literatura contemporánea.

Desde su primer libro, "Óyeme con los ojos" (Verdehalago y Trilce, 1996), Cordero ha demostrado una habilidad excepcional para explorar temas de memoria, ausencia y resistencia a través de un lenguaje poético profundamente evocador. Su capacidad para entrelazar lo cotidiano con lo extraordinario se evidencia en obras como "Canción para matar el miedo" (Editorial Magisterio, 1997) y "El puente está quebrado" (Editorial Magisterio, 1998), donde aborda las complejidades de la experiencia humana con una sensibilidad única.

En 2001, publicó "Cielo ausente" (Ediciones Sociedad de la Imaginación), un libro que reafirma su habilidad para capturar la esencia de la melancolía y la esperanza en sus versos. Su compromiso con la palabra y su poder transformador se refleja en "Por arte de palabras" (Universidad Externado de Colombia, 2009) y "Postal de la memoria" (Caza de Libros, 2010), este último una antología personal que recorre su trayectoria poética y ofrece una visión íntima de su evolución como escritora.

Más recientemente, Cordero ha continuado expandiendo su obra con libros como "Eco de las sombras" (Editorial Exilio, 2019 y Uniediciones, 2018) y "Pliegos de cordel" (Domingo atrasado, 2019), donde sigue explorando las sombras y los ecos de la existencia.  En 2022, publicó "Todavía nos queda la insolencia" (Ediciones Corazón de Mango) y "Unas cuantas tiernas imprecisiones" (Escarabajo Editorial), trabajos que consolidan su reputación como una de las voces más significativas de la poesía colombiana contemporánea.

Además de su obra poética, Luz Helena ha contribuido con artículos y reseñas a la crítica literaria, participando activamente en la discusión y promoción de la literatura. Sus escritos, que abarcan tanto la poesía como la prosa, pueden ser consultados en su página oficial, porartedepalabras.com, un espacio que ofrece una mirada integral a su producción literaria y su pensamiento crítico.

La obra de Luz Helena Cordero Villamizar es un testimonio de su capacidad para articular la complejidad de la experiencia humana con una voz lírica y penetrante. Su influencia y reconocimiento tanto en Colombia como en el extranjero subrayan su importancia en el ámbito literario y su papel como una figura clave en la exploración poética de nuestro tiempo.

Obras

  1. Ninguna parte también es un lugar (crónicas, 2024)
  2. Todavía nos queda la insolencia (cuentos, 2022)
  3. Unas cuantas tiernas imprecisiones (crónicas, 2022)
  4. Pliegos de cordel (crónica, poesía, ensayo, 2019)
  5. Ecos de las sombras (poesía, 2019)
  6. Por arte de palabras (poesía, 2009)
  7. Cielo ausente (poesía, 2001)
  8. El puente está quebrado (relatos, 1998)
  9. Canción para matar el miedo (cuentos, 1997)
  10. Óyeme con los ojos (poesía, 1996)

Poemas

Los convidados de piedra

Aquí están los convidados de piedra,
oigo sus pechos hincharse de aire, llenarse de tierra,
traen sus zapatos y sus hijos, los mandan callar,
los envuelven en susurros, caminan arqueados o erguidos,
colman las avenidas y las cañerías,
se visten con todos los colores, sin vergüenza,
ni la tienen ni la esconden,
van a los cines y a los supermercados,
zarandean los paquetes, satisfechos,
protegen bien sus puertas de ladrones,
de noticias, de afectos, de compasión.
En los bolsillos camuflan el miedo,
no olvidan el paraguas y siempre tienen prisa,
salen cándidos y peinados, libres de ideas y fervores,
en los ascensores miran para arriba, trabajan,
no son culpables de nada,
excepto de sus manos de piedra que aplauden
la desgracia,
excepto de su alma mineral
y de estas ruinas que atesoran, tan pacientes,
los convidados de piedra.

Los idos

Y de repente todos se han ido
como en el poema de Vallejo,
han sabido irse
que es su forma de perdurar.
Tenían reservado su mejor traje,
su tiempo desparramado sobre la cama,
las ganas de partir se les salían por los ojos,
su cuerpo estacionado y ellos tan lejos,
siempre añorando otro lugar y otro y otro,
desesperados de estar, esquivos de ser,
irse de todos modos era la consigna,
huir, su mejor verbo.
Verlos despedirse en los aeropuertos
donde se les rompen las maletas,
un retrato enorme, el olor que se destiñe,
imposible embalar la memoria.
Una nueva vida, como si hubiera nueva,
como si no se siguiera gastando la inocencia,
otro sabor en la boca,
pegados de la punta de sus dedos
al cuerpo del pasado,
lugar de apariciones, su cabeza.
No volverán nunca los partidos, los rotos,
los llorados,
a veces no los recordamos.


¡Libertad... para pensar!

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