Princesa Wallada (1001–1091)

Princesa Wallada, escritora española

Biografía

La Princesa Wallada bint al-Mustakfi fue una de las poetas más célebres de al-Ándalus y un símbolo de libertad y transgresión en la sociedad árabe medieval.  Nació en Córdoba, en el año 1001, hija del califa omeya Muhammad III al-Mustakfi, quien gobernó brevemente entre 1024 y 1025.  Wallada vivió en un contexto de agitación política, ya que la dinastía omeya estaba en declive y su padre fue depuesto, lo que afectó directamente su vida.

Wallada creció en el esplendor cultural de Córdoba, una de las ciudades más cosmopolitas de su tiempo, cuna de grandes poetas, filósofos y científicos.  Fue educada en un ambiente de refinamiento intelectual y artístico, y desde joven destacó por su belleza, inteligencia y habilidades literarias.  La formación que recibió fue inusual para una mujer de su tiempo, lo que le permitió no solo leer y escribir, sino también componer poesía, un ámbito tradicionalmente dominado por hombres.

Cuando su padre fue depuesto y asesinado, Wallada se liberó de las restricciones tradicionales impuestas a las mujeres musulmanas.  No se casó, algo poco común para una mujer de su estatus, y prefirió vivir de manera independiente, rompiendo con las convenciones sociales.

Wallada es recordada por su espíritu rebelde y su disposición a desafiar las normas sociales.  Abrió un salón literario en Córdoba, donde se reunían poetas, intelectuales y artistas.  En ese espacio, que ella misma dirigía, tanto hombres como mujeres podían debatir sobre literatura, filosofía y política, algo revolucionario en una sociedad profundamente patriarcal.

Una de las anécdotas más célebres sobre Wallada es su elección de llevar versos bordados en su ropa, un acto de desafío a las costumbres conservadoras de la época.  Se dice que uno de estos versos proclamaba:

"Soy, por Dios, digna de toda gloria, y camino con orgullo por mi propio camino."

Este gesto simbolizaba su rechazo a las restricciones impuestas a las mujeres, particularmente en cuanto a su libertad personal y su expresión artística.

Uno de los episodios más destacados de la vida de Wallada fue su turbulenta relación amorosa con el también poeta cordobés Ibn Zaydun, una de las figuras literarias más importantes de al-Ándalus.  La relación entre ambos fue intensa y apasionada, pero también conflictiva.  Los poemas que ambos se dedicaron son considerados algunos de los más hermosos y expresivos de la poesía andalusí.

Wallada escribió algunos de los versos más desgarradores dirigidos a Ibn Zaydun después de su separación, mientras que él también le dedicó composiciones llenas de nostalgia y dolor. La ruptura, al parecer causada por una traición, dio lugar a una serie de intercambios poéticos en los que se revelaba el amor, la decepción y el orgullo.

En sus últimos años, Wallada continuó viviendo de manera independiente y manteniendo su reputación como una de las poetas más destacadas de su tiempo.  Se dice que, tras su separación de Ibn Zaydun, mantuvo una relación con el político y visir Ibn Abdús, lo que alimentó las habladurías en la sociedad cordobesa de la época.

Wallada murió en Córdoba en 1091, a la edad de 90 años, poco antes de la caída definitiva del califato de Córdoba a manos de los almorávides. A pesar de los tiempos convulsos, su figura y su obra perduraron en la memoria colectiva de al-Ándalus.

Wallada bint al-Mustakfi es recordada como una de las primeras feministas de la historia árabe, no solo por su poesía, sino por su vida y la manera en que desafió las normas de su tiempo.  Su poesía, en gran parte perdida, ha sido transmitida a través de recopilaciones y la obra de otros poetas que la mencionan. Es un símbolo de la libertad de expresión y la reivindicación del derecho de las mujeres a vivir y amar libremente, dentro de una sociedad marcada por fuertes restricciones patriarcales.

A pesar de las barreras, Wallada sigue siendo una inspiración para muchas mujeres y poetas, y su vida sigue despertando fascinación como ejemplo de independencia y talento en una época que ofrecía pocas oportunidades para las mujeres.

¡Libertad... para pensar!