Angelina Suyul (1984)

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Angelina Suyul, escritora mexicana


Biografía

Angelina Suyul (Suyul, Chiapas, 4 de mayo de 1984) es una destacada poeta tsotsil mexicana, cuya obra refleja profundamente las tradiciones, cosmovisión y realidades de su comunidad indígena. Su poesía, escrita tanto en tsotsil como en español, se centra en temas como la identidad, la memoria, las mujeres y la relación espiritual con la naturaleza, haciendo de su trabajo una pieza esencial para la literatura contemporánea en lenguas indígenas de México.

Desde pequeña, vivió en Las Ollas, San Juan Chamula, donde estuvo inmersa en las tradiciones orales y la vida comunitaria de su pueblo, lo que marcaría su obra poética.  Su interés por la creación literaria la llevó a participar en diversos diplomados y seminarios, desarrollando un estilo que combina la riqueza de su lengua materna con una sensibilidad universal.

Angelina Suyul ha sido incluida en importantes antologías de poesía, entre ellas Sbel sjol yo’nton ik’ (Memorias del viento) (2006), Ma’yuk sti’ilal xch’inch’unel k’inal (Silencio sin fronteras) (2011, traducida al inglés en 2017), Insurrección de las palabras.  Poetas contemporáneos en lenguas mexicanas (2018) y Anhelo de reposo (2019).  Su obra más conocida es Mujeres de mi presente/Ta jk’ak’al tana antsetik, en la que explora la resistencia, la fortaleza y los desafíos que enfrentan las mujeres indígenas en el presente.

Ha sido becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) en dos periodos, 2012-2013 y 2017-2018, lo que le permitió fortalecer su práctica literaria y ampliar la difusión de su obra.  Ha participado en numerosas lecturas de poesía y colaborado en revistas especializadas, consolidándose como una voz clave dentro de la literatura indígena contemporánea.

Ha sido ntegrante del Taller “Abriendo Caminos, José Antonio Reyes Matamoros”, dirigido por el maestro Alejandro Aldana Sellschopp.  Además, ha colaborado con la Secretaría de Cultura de México en proyectos como Misiones por la Diversidad Cultural e Interacciones Culturales Comunitarias, en el marco del programa Cultura Comunitaria, promoviendo el diálogo intercultural y el fortalecimiento de las expresiones artísticas indígenas.

La obra de Angelina Suyul no solo es un puente entre la tradición oral tsotsil y la literatura escrita, sino también un testimonio de la riqueza y vigencia de las lenguas originarias en la construcción de la identidad cultural y literaria de México.

Poemas

Asesinato

Despacio la niebla erige la noche,
despierta un hombre con nahual de potslom,
traza el destino de otro hombre,
día y noche, de aquí y allá anda con su odio insaciable,
velas negras en surcos se apuran en su derretir
mientras le platica la oscuridad pesadumbres del corazón.

En una cueva invoca nostalgia;
ha pactado con la muerte.
La muerte ahora es tangible,
vestida de verde jade,
resalta su faja de serpiente,
es algún dios de los cerros.

De las velas ha cesado su río de lágrimas,
la noche se vuelve tranquila y temerosa:
habrá vigilantes de un alma más tarde;
en seguida alguien viajará al inframundo.

Quietud

La neblina callada guarda secretos,    
abrigo de la montaña.
Despiertan los dioses del bosque 
y anuncian tiempo de vida.

Un chauk embarca agua,
se apresura con su cántaro a bañar el mundo.

Una mujer tira hierbas aromáticas;
su madre le enseñó que la madrugada
es el lenguaje de las plantas.

En árboles, aves forman orquesta de flautas
al mediodía emergen a solearse los ts’i’ ojovetik.

Vientecillos irrigan perfume de inciensos,
el cielo de ágata celeste y blanco se torna:
el universo ha despertado.

Extravío

En la metrópoli de mi oponente despierto;
aquí muere el sol al extravío del alba en el horizonte.
Bajo las sombras de hierro,
de gigantes de inconcebible lenguaje,
susurran letanías para amansar mi naturaleza.

Virgilio me remonta a mis antepasados,
quedo estática cuando me pregunta
si lista estoy para la guerra,
mientras me satura de Dioses
que desconozco su existencia en mi Olimpo.
Descuelgo mis únicos escudos:
Memorias de vespertinas hablas,
revueltas, sangre y deidades de mi estirpe.
Virgilio me retrata su cosmos,
me sumerge en Troya,
y me descubro ajena como en mi pueblo.


¡Libertad... para pensar!!

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