El umbral de la noche
Imagen de Bessi en Bixabay
La noche llega tarde a la ventana.
La he esperado despierta media vida.
A veces la luz lo invade todo,
no cede nunca:
una mañana eterna que nos ciega,
que no deja dormir,
que no da tregua.
Los huesos carcomidos,
los párpados de plomo,
los labios lívidos,
la piel de sombra,
dan la bienvenida a esta noche.
Por fin la oscuridad sosiega.
Ahora los pasos tienen arrojo,
siento su fuerza:
se atreven a cruzar la frontera incierta
entre penas y risas,
ese hilo tenso que nos sostiene
¡Libertad... para pensar
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