Martha Cecilia Ortiz Quijano (1978)
Biografía
Martha Cecilia Ortiz Quijano (Tumaco, Nariño) es poeta, tallerista, politóloga y gestora cultural. Desde temprana edad reside en Cali. Su obra ha sido publicada en antologías y revistas de Colombia e Hispanoamérica, y ha sido invitada a diversos encuentros y festivales de poesía en su país y en el exterior.
Es autora de los poemarios Eros a Tánatos (2003), Desde la otra orilla (2020, segunda edición en 2022 con Taller Blanco Ediciones) y La brevedad de los días (Sial Pigmalión, España, 2024). En coautoría, ha publicado La palabra en boca de Eros (2008), Amores urbanos (2013, 2014) y Trébol de cuatro hojas (2014). Fue seleccionado en 2020 para la colección Obra Abierta de la Editorial Seshat y fue una de las ganadoras del premio “Poéticas desde el aislamiento”, organizada por la Gobernación del Quindío, El Espectador y Cuadernos Negros Editorial.
Como gestora y curadora literaria, ha participado en la selección de la Cartografía poética de mujeres colombianas: Luz al vórtice de la palabra (Editorial Escarabajo, 2022) y ha colaborado con revistas culturales de Colombia y Latinoamérica, como Luna Nueva yy EnreDHadas. Sus poemas han sido incluidos en antologías como Poesía colombiana del siglo XX escrita por mujeres (Apidama Editores, 2014), Cuerpos habitados. Antología de poesía erótica (Ediciones Exilio, 2021) y Desde la luz preguntan por nosotros (Fundación Pablo Neruda, Chile, 2021). También ha participado en Cali: Territorio literario (Sial Pigmalión, Univalle Editorial, 2021).
Poemas
El río
Morada de peces y muertos.
Cuerpos desmembrados
una pierna
la cabeza atorada entre un acantilado
un tronco hecho canoa.
Debajo de su lengua no lleva óbolos
peces y algas se atoran entre sus dientes.
Ni siquiera Caronte transportador de almas
los acompañará en su último viaje.
Los cuerpos sin rumbo
río abajo.
El agua
les irá borrando cualquier huella
rastro de quienes fueron
algunos serán arrastrados
hasta la orilla
otros
quedarán sembrados en sus profundidades
hasta el fin de los días.
Post morten
Ángeles degollados puse al pie de tu caja
y te eché encima tierra, piedras,
lágrimas, para que ya no salgas.
Jaime Sabines
Tanta rigidez de huesos
navajas cortando el aire.
Tu carne
comida para gusanos
lo único, después del trueno.
Tu cuerpo se desintegra en la hora del llanto.
La diástole y la sístole no corren más
como esos viejos relojes de mi casa.
—Tanta quietud en tu cuerpo tibio—.
Ausencia, ingravidez de lo no terreno
la nada
cuencas vacías en esos que fueron tus ojos
oscuridad y frío
en la grieta de la fosa.
Solo, solito
en esa,
tu nueva casa de alabastro
sin ventanas
sellada desde afuera.
Y,
allí te quedas
bien muerto
hasta el confín de los días
en esta tarde de marzo.
El pez
Nace el pez
para la muerte
Horacio Benavidez
El pez
pies desnudos
resplandecen su cielo.
El llamado de la muerte
indefensa su vida
ante la crueldad del anzuelo.
Libertad... para pensar!
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