Angela Krauss (1950)

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Angela Krauss, escritora alemana


Biografía

Angela Krauß nació el 2 de mayo de 1950 en Chemnitz, en la antigua República Democrática Alemana (RDA), en un entorno profundamente marcado por el orden socialista y sus mecanismos de representación simbólica. Su primera formación fue en el campo de las artes visuales, donde se especializó como cartelista y estudió economía publicitaria en la Fachschule für Werbung und Gestaltung de Berlín Oriental entre 1969 y 1972.  Esta etapa inicial, orientada a la comunicación visual y estratégica, dejó huellas evidentes en su estilo literario: precisión, economía verbal y fuerte orientación simbólica.

Después de varios años trabajando en publicidad y relaciones públicas, Krauß dio un giro hacia la escritura.  Entre 1976 y 1979 estudió en el Instituto Literario Johannes R. Becher de Leipzig, un espacio académico reconocido por su papel en la formación de escritores en la RDA. Desde 1980 se ha desempeñado como escritora independiente, desarrollando una obra que se sitúa entre la narración breve, la novela breve y el ensayo poético.

Su primer libro, Das Vergnügen (El placer), apareció en 1984, y fue recibido como una muestra temprana de una voz singular dentro del paisaje literario de la RDA.  Sin embargo, fue en 1988, al obtener el prestigioso Premio Ingeborg Bachmann, que su figura se consolidó internacionalmente.  En su obra, Krauß ofrece una mirada crítica, aunque no panfletaria, de la experiencia vital bajo el socialismo, con énfasis en la percepción íntima, el silencio, la discontinuidad y los paisajes emocionales fragmentados.

Tras la caída del Muro, su narrativa no se volvió nostálgica ni celebratoria. Por el contrario, mantuvo su mirada escrutadora, atravesando la Alemania reunificada con la misma reserva, indagando en los pliegues de lo cotidiano y la persistencia de estructuras emocionales e históricas que no se disuelven con un acto político.

Krauß ha cultivado una prosa de gran sobriedad y belleza estilística, en la que el lenguaje es tanto herramienta como objeto de investigación. Su obra puede entenderse como un laboratorio de formas en miniatura, donde se despliega una poética del fragmento, la interrupción, y la contemplación.

Además de su labor como autora, ha sido docente en varias universidades alemanas. En 2000 fue profesora visitante de escritura creativa en la Universidad de Paderborn, en 2004 dictó las célebres Poetikvorlesungen (Clases de poética) en la Universidad de Frankfurt am Main, y en 2016 fue invitada a la Facultad de Teología de la Universidad Humboldt de Berlín para reflexionar sobre la relación entre poesía y espiritualidad.

Krauß ha sido reconocida con varios de los premios literarios más importantes de Alemania, incluyendo el Premio Ingeborg Bachmann, el Premio Rainer Malkowski, y el Irseer Pegasus. Es miembro de la Academia de las Artes de Sajonia y de la Academia de Ciencias y Literatura de Maguncia.

Su obra ha sido traducida parcialmente a otras lenguas, y ha sido leída y discutida en eventos internacionales, como su participación en el programa Waves of Difference de la Universidad Queen Mary de Londres en 2015.

Krauß desarrolla una escritura introspectiva, política en el mejor sentido, fiel a una estética de la observación y el escepticismo.

Obras publicadas

Das Vergnügen (1984)
Die Überfliegerin (1995)
Der Dienst (1999)
Im schönsten Fall (2011)
Miangel (2012)
Der Strom (2020)

Premios

2024 Premio de Literatura Sajona
2019 Premio Christine Lavant
2013 Premio Wilhelm Müller del Estado de Sajonia-Anhalt
2011 Premio Franz Nabl, Premio de Literatura de la Ciudad de Graz
2010 Premio Rainer Malkowski de la Academia Bávara de Bellas Artes
2007 Premio Hermann Lenz
2006 Premio literario »Kammweg«
2006 Beca Hermann Hesse
2002 Premio Honorífico Kester-Haeusler de la Fundación Alemana Schiller
2000 Premio Gerrit Engelke de la Ciudad de Hannover
2000 Premio de Literatura Thomas Valentin
1999 Beca de Villa Massimo en Olevano Romano
1997/98 Beca de Nueva York del Fondo de Literatura Alemana
1996 Premio de Literatura de Berlín
1996 Medalla Johannes Bobrowski
1995 Premio Lessing
1990 Oficina del Secretario Municipal de Graz
1988 Premio Ingeborg Bachmann
1986 Premio Hans Marchwitza


Poemas

Tengo que darle la vuelta a mi corazón
(traducido por Michael Ritterson)

Tácitamente
la humanidad está de acuerdo
en que el mundo existe.

Casi nadie se atreve a plantear públicamente
la pregunta: ¿Existe realmente el mundo?

El hecho de que sea visible no es prueba suficiente.
Si algo invisible puede existir,
entonces debería ser posible, de vez en cuando,
que algo visible no exista.

¿Por qué, entonces, esta notable falta
de conversación en el desayuno?
¿O en toda la naturaleza, que nos tiene paciencia?

¿Existe el mundo?

¡Debo practicar mi corazón!


Leipzig, 1999


Tan perfectamente natural, todo lo que habitamos. Como
                      nuestro cuerpo,
 cuyas dilapidaciones escapan a nuestra atención, así como
                      su renovación constante.
 Todo perfectamente natural en tanto esté vivo.

 La manera en que abrimos una puerta y la volvemos a cerrar
 haciendo que las particiones entre el cuerpo y el lugar donde
          moramos se esfumen,
 solo por un momento.
 Pero lo suficientemente natural como para recordarnos
 que no somos solo los que vamos y venimos en este lugar.

 O la sombra, obstinada y semejante al verano, colocando
 un collar de nuevas hileras de casas alrededor de su cuello,
 antes de que el cálido, húmedo aliento de la calle luego de
                                               un aguacero,

 como siempre, fluye surgiendo de sí mismo.
 Lo que habitamos es lo que somos.

 Aún diez años no son nada,
 si no hubiese alguien aquí
 que hace diez años perdió la fe
 y la ha estado buscando desde entonces.
 Y otra encontró a la persona
 que ha estado buscando la mitad de su vida.

 Todo esto en tan sólo una ciudad.

 Ambos pueden recordar exactamente, al mismísimo día,
 como todas las conexiones se perdieron de algún modo,
 o tal vez se revelaron en un sólo intercambio de miradas.
 Y ambos permanecen encadenados a su disputa acerca de
           cual es más verdadera.
 La buena o la mala fortuna.

 Y mientras tanto nuestras acciones nos conducen, 
     como lo han hecho a través de los siglos,
 al mismo tiempo alerta y ciegos
 con esperanza hacia el futuro.

¡Libertad... para pensar!

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