Ruperta Bautista Vázquez (1975)

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Biografía

Ruperta Bautista Vázquez es una escritora, traductora, actriz y educadora popular tsotsil, nacida en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México. Su trabajo literario y social está vinculado a la preservación, revitalización y dignificación de la cultura maya tsotsil. Es licenciada en Antropología Social por la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), diplomada en Creación Literaria por la Escuela de Escritores de la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM), y diplomada en Derechos y Cultura Indígenas por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS-Sureste). Cuenta también con estudios de maestría en Educación y Diversidad Cultural.

Ha publicado poesía, narrativa breve y guiones de teatro, con una escritura que denuncia las violencias contra los pueblos originarios y celebra su memoria cultural. Su obra ha sido traducida al inglés, francés, italiano, catalán y portugués. 

Como traductora, participó en el proyecto El Quijote Políglota, traduciendo fragmentos de Cervantes al tsotsil. Su obra ha aparecido en revistas como Carruaje de Pájaros, Círculo de Poesía, The Funambulist y Los Inadaptados, así como en series de videopoesía.

Es fundadora y coordinadora del colectivo Snichinajel Kibitik, y forma parte del grupo de teatro maya Performance en San Cristóbal de Las Casas. 

Ruperta Bautista es una voz imprescindible en la literatura indígena contemporánea. Su escritura, nacida desde el cuerpo, la memoria y la resistencia, teje puentes entre lo ancestral y lo contemporáneo, entre la poesía y el acto político de escribir desde el ser mujer y ser pueblo.

Premios y reconocimientos

Premio de Poesía Indígena Pat O’tan, 2002
Medalla Benito Juárez, 2012
Premio de Literaturas Indígenas de América (PLIA), 2024, por su poemario Ik’al labtavanej

Obras destacadas

Ch’iel k’opojelal (Vivencias), 2003
Xchamel Ch’ul Balamil (Eclipse en la madre tierra), 2008 (reedición en 2014)
Xojobal Jalob te’ (Telar luminario), 2013
Ik’al labtavanej (Presagio lóbrego), 2024
Palabra conjurada: cinco voces, cinco cantos, 1999 (obra colectiva)


Poemas

Salida del alma

Una faz envejecida
pinta dos bellezas diminutas.
Pequeñas carcajadas el viento amasan
reflejos radiantes de mensajes mudos.
La muerta parpadea su presencia,
voz de una guerra forzada,
escucha fluir su sangre,
caminando al funeral.
Permanecen los latidos,
el dolor se expande en el pensamiento,
llanto del corazón bombea silencio.
Lloran testigos: los minutos.
El coraje corre sobre la herida,
sale el alma y se confunde en las estrellas,
se apaga la mirada en la lluvia.
El aliento de la vida desaparece.


Bordadoras

Con sus manos la niña
borda el conocimiento de sus abuelos
para el vestuario del pueblo.

Con su pensamiento la anciana
borda en hilos rojos el corazón
la descendencia en azules hilos,
el silencio en hilos color sepia.

Borda hilos quemados
los latidos de una joven,
hilos grises la palpitación de una vieja.

El tiempo entra con tranquilidad
a los cuerpos de dos mujeres
y se lleva a cabo en ellas la asunción
hacia el decimotercer escalón del infinito.


Corazón llamarado

Entre pinos esconde eco de silbido,
en espiral caen plumas empolvadas de tristeza,
siembra camino de lluvia donde pasa la niña.
La ausencia de la fuerza
se confunde en opacos rayos del astro,
apaga sus pulmones la muerta luz.
Deja sus pasos en el suelo.
Las cuevas escuchan peticiones,
cuerpo solitario vaga en sonido del trueno,
siembra miedo en oídos,
aleja la tranquilidad.
Revolotea sobre la cabeza.
Lastima pequeña alegría labrada en el corazón,
atrapa las palabras pronunciadas
el día en que cayó el relámpago.


Sombra

Dibuja en sus latidos el pavor,
su cuerpo filtra miedo.
Seca en silencio la sangre
y se apaga en las sombras del dolor.
El veneno penetra en la carne
expandiéndose en las venas,
a la puerta de la muerte corre la respiración
y se funde en los encendidos ojos.
La palpitación viaja hacia la tristeza,
agoniza en sufrimiento la débil felicidad.
El alma escapa del cuerpo
y se esconde camino a la oscuridad.
La soledad descansa,
se consume en la palma de la noche
y se pierde en la ausencia de la vida.


¡Libertad... para pensar!

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