El aprendizaje de la condición de pobre.
Caricatura de Julio César González, alias Matador Las víctimas del comercio de esclavos entre África, Asia y América, así como el genocidio indígena, fueron parte de un problema que se agudiza; sin embargo, la cifra que algunos estiman en más de 20 millones no se compara con el número de personas sacrificadas por el racismo moderno. Los 250 millones de indigentes y pobres que deambulan por las calles de Latinoamérica no deben ser tratados como esclavos, de acuerdo con algunos principios ético-políticos; pero no crear las condiciones que garanticen sus vidas constituye un acto de barbarie similar al perpetrado por los colonizadores y comerciantes españoles y portugueses en aquellas tierras remotas. El racismo en América ya no opera abierta ni exclusivamente bajo razones de inferioridad biológica, psicológica e intelectual ni de creencias religiosas; 522 años después "del encuentro de los mundos", los motivos siguen siendo de índole económica. El problema de las d